“Un modelo injusto”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Creo que la mayoría estaremos de acuerdo en que el siglo XXI no está comenzando tan bien como algunas películas presentaban… crisis económica mundial, terrorismo internacional, pandemia global, cambio climático y el avance del fascismo en países que pensaban que la Democracia era más fuerte de lo que parece ser. Algunos soñábamos con un mundo mejor, gracias al avance de la Democracia, el respeto a los derechos humanos y a todos los avances científicos y técnicos que podrían hacerlo posible. Lamentablemente, a pesar de que me considero una persona muy optimista y positiva, no creo que ahora vivamos en un mundo mejor que hace 20 o 30 años, aunque podamos mirar TikTok o Facebook en un iPhone con una cerveza en alguna terraza de un bar.

La política, tal vez ha puesto algo de freno al salvaje capitalismo de la era industrial, o tal vez sólo ha servido para que aceptemos como normal, algo que si lo analizamos con detenimiento, es profundamente injusto y va contra el interés general de todas las personas. En España, hemos sido afortunados tras la dictadura, con la construcción de un modelo de servicios públicos ejemplar, gracias a los gobiernos de centro izquierda que impulsaron nuevos derechos y leyes para protegerlos, así como la construcción de un sistema educativo y sanitario orientados a reducir la diferencias sociales. Lamentablemente, los gobiernos de la derecha han intentado retroceder cada vez que han podido. Sólo hay que leer un poco de historia reciente de España.

A estas alturas del siglo XXI, vemos como poco a poco perdemos derechos y se ensancha la brecha entre los ricos y clase trabajadora, con una mayoría social con mayores dificultades para llevar una vida digna, con peores servicios públicos sanitarios y educativos, frente a quienes se aprovechan de las anomalías del sistema, para hacerse cada día más ricos e insolidarios –gracias, por ejemplo a las políticas de bajada de impuestos que defiende la derecha y la extrema derecha-. Con un sueldo mileurista, da igual que no se paguen impuestos, se es pobre y además con peores servicios públicos -que tendrás que complementar de tu bolsillo… si puedes-. Es el fruto del modelo liberal económico y social que promueve la derecha.

Las guerras mundiales tuvieron unos efectos devastadores y murieron millones de personas, pero en pocos años, las naciones se reconstruyeron y este año hemos visto los Juegos Olímpicos de Japón, un país que sufrió la destrucción de las armas nucleares. Pero la devastación del cambio climático en todo el planeta, no será tan fácil de resolver, puesto que sus efectos cambiarán las naciones para siempre. No creo que nuestros descendientes puedan disfrutar un mundo como el que dejamos en el siglo XX.

La energía eléctrica es un bien básico y necesario, aunque en lugar de ser un derecho que deberían proteger los Gobiernos, se han convertido en mercancía inaccesible para muchas familias. El modelo energético es injusto y el problema no se resolverá con parches nacionales, hasta que las naciones y sus futuros gobernantes se den cuenta de que hay que cambiarlo. Hasta entonces, muchos se quedarán en el camino.

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