Pese a que los países del G-20 reafirmaron la “irreversibilidad” de los Acuerdos de París y se comprometieron a la “plena implementación” de las medidas nacionales para afrontar el cambio climático, Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza, se obstinó en quedar fuera del acuerdo.
La actualización de “las contribuciones nacionales” a la lucha común contra el calentamiento global será en 2020, pero, en cuanto a los acuerdos de 2016, el G-20 “reafirma su compromiso para la implementación” de las medidas pactadas en parís en 2016, rezaba la declaración conjunta adoptada al término de la cumbre.
Con todo, Trump se mantuvo su posición y “reitera su decisión de retirarse de los Acuerdos de París porque suponen una desventaja para los trabajadores y contribuyentes estadounidenses”, dijo.
Pese a todo, según aseguró Shinzo Abe, primer ministro de Japón, los líderes mundiales del G-20 “lograron encontrar un terreno común” para afrontar la crisis climática y todo ello pese a las diferencias entre sus miembros, señaló en rueda de prensa tras el término de la reunión celebrada en Osaka.
No obstante, Estados Unidos adquiere el “fuerte compromiso” para proteger el medio ambiente y, como reconoce el texto, es un “líder global en la reducción de emisiones” a pesar de mantenerse unilateralmente fuera de los compromisos de París y de abstenerse de firmar la declaración conjunta.
Igualmente, ésta indica que es necesario que los objetivos particulares de cada país del reflejo a “sus responsabilidades diferenciadas y capacidades respectivas, según sus circunstancias nacionales. Así, se apoya el objetivo de “reducir a cero la contaminación marina adicional de plástico para 2050”. Para ello, la apuesta es “mejorar la gestión de residuos”, así como “reducir la descarga de basura plástica sin procesar” y “aplicar soluciones innovadoras al tiempo que se reconoce el papel importante del plástico para la sociedad”.
En otro orden de cosas, y ya en negociación unilateral de entre Estados Unidos y China, ahora se reanudaron las conversaciones entre país norteamericano del gigante asiático para contener la guerra comercial abierta entre ambas naciones. Por el momento, el presidente estadounidense ha levantado el veto al fabricante chino Huawei, aunque no aclaró si el gigante tecnológico saldrá definitivamente de la lista de empresas vetadas.