Trump, otra vez imputado, pero ahora es más serio

Trump, otra vez imputado, pero ahora es más serio

Un gran jurado de Washington ha imputado a Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, de cuatro cargos federales.

Las actuaciones se enmarcan en la investigación en su contra por el intento de revocar los resultados electorales de las elecciones de 2020 que perdió.

Sin embargo, sin quitar importancia a los otros cargos de que ha sido imputado anteriormente, las acusaciones son de mayor gravedad.

De hecho, se han presentado selladas, como pidió el Gobierno federal, con el fin de evitar que Trump huya o sepa las penas que se piden contra él.

Tal es así que el exmandatario se enfrenta a un cargo de conspiración “mediante el uso de la deshonestidad, el fraude y el engaño”.

La Fiscalía, liderada por Jack Smith, le acusa de “obstruir el proceso nacional de recopilación, conteo y certificación de los resultados de las elecciones presidenciales”. De resultar condenado, la pena sería de un máximo de cinco años de cárcel.

Además, se le acusa de conspirar para impedir que el Congreso certificara los resultados electorales. Podría recibir una condena de hasta 20 años de prisión.

Asimismo, un tercer cargo por conspirar contra el derecho al voto, que supondría una pena de diez años de cárcel.

Por último, se le acusa de obstruir la certificación de las papeletas, lo que conllevaría una sentencia de 20 años de prisión.

En definitiva, el intento de revertir el resultado de las elecciones que proclamaron a Joe Biden presidente de Estados Unidos.

La jueza de distrito Tanya Chutkan, designada por Barack Obama, se encarga del caso. Esta magistrada ha aplicado las condenas más duras por los casos del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Reacción del equipo de Trump

Tras conocerse, el equipo de campaña de Trump ha reaccionado a través de un comunicado en la red social Truth Social. “Este no es sino otro capítulo corrupto en el patético intento de la familia criminal de Biden y su títere Departamento de Justicia para interferir en las elecciones presidenciales de 202”, reza el texto.

Por su lado, los fiscales federales han informado de que el magnate neoyorquino “estaba decidido a permanecer en el poder” tras su derrota electoral.

De este modo, estuvo más de dos meses “difundiendo mentiras sobre fraude electoral”, pese a que sabía que esas afirmaciones “eran falsas”.

A su vez, añaden, esas declaraciones crearon “un intenso ambiente de desconfianza e ira, y erosionaron la confianza pública en la administración de las elecciones”.

Además, sostienen que Trump manipuló a los manifestantes haciéndoles creer que su entonces vicepresidente Mike Pence podía cambiar los resultados electorales.

Cuando Pence lo negó, terminaron “asaltando de forma violenta” el Capitolio.

De igual forma, otra prueba contra el exmandatario es una llamada de Pat Cipollone, entonces asesor de la Casa Blanca. Pidió a Trump que retirara sus palabrsa y permitiese que el Congreso ratificara los resultados, a lo que el expresidente se negó.

Este jueves, el magnate neoyorquino deberá presentarse ante el tribunal de distrito para la lectura de cargos.

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