El Clásico del domingo está trayendo más cola de la esperada y alguno está en la cuerda floja en FC Barcelona. No solo por el resultado, sino por cuestiones internas del vestuario blaugrana. Y no solo está en la cuerda floja el propio Quique Setién.
Marca destapa el malestar que vive el banquillo por ciertas actitudes y formas de actuar de Eder Sarabia, el ayudante del técnico cántabro. No ha entrado bien entre los jugadores. Es un hombre con un fuerte carácter, muy vehemente, con formas y aires que, entre tanto ego en el vestuario, puede dar algún problema.
Entre los jugadores, que alguien que no tiene carrera como futbolista trate de imponerse sienta bastante mal. El domingo se vio especialmente. Sarabia recriminó a varios su actuación en el terreno de juego.
No es habitual en el Barça una actitud como la del ayudante de Setién, más aun comparándolo con anteriores cuerpos técnicos. Ya intentaron corregirlo desde su llegada. Los jugadores se mostraron extrañados por sus formas.
Le han aconsejado desde dentro que rebaje el tono y se adapte a la figura de un banquillo como el del conjunto barcelonés, lleno de figuras internacionales. Pero Sarabia es pasional y desde Las Palmas o el Betis, mantiene el mismo perfil.
Es cierto que el vestuario culé es complicado. A todo nuevo personaje que llega se le hace pasar por un tamiz. “Te pondrán a prueba porque esto es como una jerarquía”, comentó Ronaldinho a Henrik Larsson, explicó el sueco.
Y es que cada jugador que llega al Barça tendrá que pasar por la evaluación de sus compañeros de equipo. En el caso de Sarabia es más complejo, porque pertenece al cuerpo técnico, por lo que el propio Setién deberá saber gestionar. No será el primero ni el último al que las figuras de la primera plantilla ponen en la cuerda floja. No se escapa ni Setién.