Desde Santiago de Chile, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha instado a los españoles a tener confianza en la Ley de Amnistía.
Una norma finalmente pactada entre el PSOE, Junts y ERC el pasado miércoles después de que el Congreso la rechazara el 30 de enero.
Para ello, los neoconvergentes unieron sus votos en contra a los de PP y Vox, ayudando, de este modo, a tumbarla y, así, sacar más tajada.
De ahí que se intensificaran las negociaciones que concluyeron con una nueva redacción de la Ley de Amnistía que votará la Cámara Baja el próximo jueves.
Así, las declaraciones del Jefe del Ejecutivo llegan un día después de que la Comisión de Justicia del Congreso aprobara un nuevo dictamen.
De este modo, Sánchez ha pedido “a la ciudadanía española que pueda ver con dudas la amnistía, como pudo ver con dudas los indultos hace años, que confíe en esta medida porque va a ser beneficiosa para la reconciliación”.
Asimismo, insistió, “para garantizar la prosperidad económica en nuestro país en los próximos años”.
El nuevo texto de la norma deja fuera de la amnistía los actos que puedan calificarse como terrorismo según una directiva europea. A su vez, elimina las referencias al Código penal en ese sentido.
A ese respecto, Sánchez ha relacionado las modificaciones de la ley al borrador del informe de la Comisión de Venecia. Dicho dictamen pedía mejoras.
Por otro lado, el presidente ha advertido de que “hay Gobierno para rato”. “Van a ser cuatro años más de gobierno progresista, le pese a quien le pese. Se le hará muy largo a la oposición”, apostilló.
Tras la amnistía, los Presupuestos
A su vez, anunció que ahora seguirán avanzando para lograr sacar adelante “cuanto antes” los Presupuestos para 2024.
En ese sentido, comentó que el Ejecutivo también quiere aprobar las Cuentas de 2025 “y aspiramos a aprobar los del año 2026”.
Al mismo tiempo, remarcó que el Gobierno ha arrancado la “agenda progresista” que prometió en la campaña del 23J.
Incluye medidas para subir el SMI, la revalorización de las pensiones, la ley de paridad y la ley contra la trata de seres humanos.
Para concluir, destacó la apuesta del Ejecutivo por la “reconciliación” y la “convivencia” con la Ley de Amnistía.
Una norma cuyo propósito es “superar las consecuencias judiciales” que provocaron el referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña.