Los rivales republicanos de Trump

Los rivales republicanos de Trump

Esta semana se han conocido los nombres más relevantes de los rivales republicanos de Trump cara a las primarias del partido a ocupar la Casa Blanca.

Unos candidatos que, aun asumiendo las tesis nacionalistas del expresidente, pretenden mostrar una cara más amable.

Todo ello, pese a que el magnate neoyorquino sigue liderando las encuestas aunque la Fiscalía estadounidense le haya imputado 37 cargos penales.

Con todo, Trump sigue concentrando el 53,8% de las intenciones de voto, muy por encima de Ron DeSantis, gobernador de Florida.

Según la web FiveThirtyEight, que recopila encuestas, el candidato más fuerte al que se enfrentaría el expresidente obtendría el 21,3%.

Un problema para los rivales republicanos del exmandatario, que quieren presentar una imagen suavizada del partido y de las candidaturas.

Son el núcleo duro de la formación ultraconservadora, pero no quieren a un presidente gobernando desde la cárcel. Porque, aunque Trump acabara entre rejas, podría ser presidente.

Sus rivales apenas llegan al 5%

Así, aparte de DeSantis, los demás no llegan a porcentajes de dos dígitos. Ni siquiera Mike Pence, el que fuera vicepresidente con el exmandatario, que anunció su candidatura el pasado miércoles. Por ahora, solo obtiene el respaldo del 5,4% de los votantes.

Más abajo en la lista, Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante la ONU también bajo la presidencia de Trump, lograría un 4,5% de respaldo.

Tampoco el inversor Vivek Ramaswamy (3,5%), ni Tim Scott, senador por Carolina del Sur (2,2%), o Asa Hutchinson, exgobernador de Arkansas (1%).

En este escenario, alguna destacada figura republicana advierte del peligro que supone para el Partido Republicano el magnate neoyorquino.

Hace una semana, Marry Hogan, exgobernador de Maryland, avisaba en un editorial para el New York Times.

“Un culto a la personalidad no puede sustituir a un partido de principios. Como nuestra gente siga asustada de decir en voz alta lo que piensan (sobre Trump) a puerta cerrada, jamás vamos a triunfar. Los votantes republicanos llevan demasiado tiempo sin ver un debate sobre los valores de nuestro partido más allá de la lealtad a Trump”, alertó.

Así, ni siquiera uno de los rivales republicanos más potentes como es DeSantis ha atacado sin dobleces a Trump. A lo sumo, ha criticado alguna decisión durante su Presidencia, como la respuesta a la pandemia.

Por ahora, ha elegido otra estrategia, basada en presentarse como una persona de futuro, aun “anclada en los principios conservadores”.

“Aquí se gana defendiendo políticas atrevidas, como he demostrado en Florida, donde nunca me he andado con rodeos”, dijo en mayo.

Rivalidad personal de Pence hacia Trump

En el caso de Pence, la afrenta es más personal y de esencia. El exvicepresidente nunca apoyó las arengas de Trump para asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021.

Consideró que era pisotear la Constitución estadounidense, el eje de lo que será su campaña. “Cualquiera que se crea que está por encima de la Constitución no debería ser jamás presidente de Estados Unidos” dijo Pence al presentar su candidatura.

El propio expresidente puso a su segundo en el foco de la ira de sus seguidores, acusándolo de no haber disputado la derrota en 2020.

No obstante, queda un candidato con el que Trump deberá pelear golpe a golpe y que es el único capaz de sostener el combate: Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey.

Al anunciar su aspiración dijo del magnate que era “un enamorado del espejo”. Lo tiene claro. “Estoy aquí para acabar con Donald Trump. Porque quiero ganar y quiero que él no gane”, lanzó.

“Está liderando la carrera a la nominación republicana. Y para ganar hay que pasarle por encima. Le conozco desde hace más de 20 años y puedo garantizar que él va a hacer exactamente lo mismo con nosotros”, zanjó.

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