Rescatados con vida los niños atrapados en una cueva de Tailandia

Rescatados con vida los niños atrapados en una cueva de Tailandia

Los cuatro primeros ya han salido de la gruta.
Hoy se reanudan las labores de rescate de los niños y su entrenador que todavía siguen atrapados en la cueva tailandesa de Tham Luang. El plan ha funcionado y el gigantesco esfuerzo de cooperación internacional y decenas de buceadores culminan con éxito esta primera fase. Ante la amenaza de la llegada de nuevas lluvias que pudieran inundar de nuevo la cueva se optó por la vía más rápida, sacarles buceando después de haber bombeado toda el agua posible del interior de la cueva inundada. Aún así, la incertidumbre planeaba sobre la operación después de que uno de los buzos voluntarios que había llegado hasta los niños para dejarles suministros murió a la vuelta al quedarse sin oxígeno.
A pesar las dificultades que se planteaban, y de que se estimaba que los primeros rescatados tardarían en torno a diez horas en llegar, el primero salía en menos de ocho y a los pocos minutos salía otro más. Dos horas después, los otros dos. Todos fueron trasladados de inmediato al hospital provincial de Chiang Rai. Narongsak Osottanakorn, gobernador de la provincia y coordinador de la operación, manifestó que “las operaciones hasta ahora han sido un éxito mayor de lo esperado. Se ha sacado a cuatro de la cueva, se ha rescatado a cuatro. Lo consideramos un enorme éxito”.
Ahora hay que reemplazar los repuestos de botellas de aire comprimido que los rescatadores habían colocado a lo largo de la ruta en los días previos con el fin de recargar a medida que las reservas se fueran consumiendo. El gobernador ha señalado que el trabajo no está terminado. “Tenemos que conseguir que la próxima misión tenga tanto éxito como la de hoy. El resto de los niños siguen en el mismo sitio”.
90 buzos, 40 tailandeses y 50 de otras nacionalidades, participan en las operaciones. 18 de ellos, trece extranjeros y cinco tailandeses, acompañaron a los niños en su viaje por túneles estrechos y con escasa visibilidad. Los preparativos fueron fundamentales y meticulosos, colocando botellas de aire comprimido a lo largo de la ruta, cuerdas guías, toda la iluminación que fuera posible y el bombeo de agua hacia el exterior. Cada niño iba acompañado por dos buzos de élite y conectado por una cuerda a uno de ellos. El que iba en cabeza le llevaba su botella de aire.
Habían permanecido desaparecidos nueve días sin agua ni comida hasta que una pareja de buzos británicos los encontró en la cámara 9 de la cueva. Ayer se cumplía el día 16 desde su desaparición. Narongsak, cuando anunció el comienzo de la operación en la mañana de ayer, hora local, avanzó que “los niños están listos de sobra, física y mentalmente. Están decididos y conocen cómo se va a desarrollar la evacuación. Todos van a volver a casa con nosotros, no importa lo que tengan que afrontar”.

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