Manuel Valls inicia su campaña a la alcaldía de Barcelona

Manuel Valls inicia su campaña a la alcaldía de Barcelona

Comienza el proyecto Cinco Coronas.
El ex primer ministro francés Manuel Valls podría hacerse con el bastón de mando de la Ciudad Condal si triunfa el proyecto urdido desde octubre de 2017 para conquistar y mantener cinco municipios vitales con que el separatismo quiere hacerse para, según los creadores del proyecto, proclamar la republica, como se hizo en 1931. Así lo hemos leído en un artículo de Javier Negre. Los consistorios: Barcelona, Badalona, Santa Coloma de Gramanet, Hospitalet de Llobregat y Tarragona.
La idea surge cuando la propaganda independentista catalana hace creer al mundo que en la jornada del 1-O hubo cientos de heridos y una represión policial como si España fuera una dictadura. No hay un relato constitucionalista que desactive el efecto propagandístico de los separatistas. Pero surge una voz, la de Valls, barcelonés de nacimiento, que en una entrevista en televisión carga sin piedad contra el independentismo y lo convierte en un problema europeo. Aquellas palabras fueron seguidas por Miriam Tey, vicepresidente de Sociedad Civil Catalana, SCC, quien propone a otros cargos de la asociación convertir al ex primer ministro galo en un puntal contra el separatismo. Y comienza a tejerse el proyecto.
Lo primero que tienen que hacer es convencer a Valls para que acepte. Para ello deciden traerle a España y que participe en un coloquio en el que también está el ex ministro Josep Piqué y la periodista Gloria Lomana, en el Palacio de Congresos de Barcelona. El mensaje del ahora diputado raso en la Asamblea Nacional Francesa engancha con su poder de seducción y un lenguaje claro y directo. Le escucha José Ramón Bosch, ex presidente de SCC e historiador y uno de los azotes del independentismo, y queda convencido de que el francés podría ser ese cabeza de cartel que llevaba buscando para liderar una plataforma transversal, un movimiento cívico que integre a los constitucionalistas, a ex convergentes que rechazan el radicalismo del procés pero que no votarían a Ciudadanos y a otras formaciones como Lliures o Units per Avançar y a asociaciones cívicas.
Según narra Negre, ese mismo día Bosch se lo propone a Valls, que, perplejo, rechaza la oferta. Su vida está en Francia, está en un proceso de divorcio y acaba de comenzar una relación sentimental con Olivia Gregoire, portavoz parlamentaria de En Marche. A ello se une que debería dejar su puesto en la Asamblea de Évry y convocarse elecciones para elegir a su sustituto, con el riesgo de que su escaño lo ocupe la izquierda radical. Horas después, tras un acto de Ciudadanos junto a Albert Rivera, Inés Arrimadas y Mario Vargas Llosa, el historiador y otros que insisten pero el francés sigue negándose.
Semanas después, es invitado para liderar la marcha constitucionalista en Barcelona, y su discurso, con un ataque feroz contra el separatismo, vuelve a seducir a las masas. Objetivo de los ataques sin piedad de TV3 y los medios independentistas, que le tratan como un extranjero, empieza a repensar la idea de aceptar la propuesta de Bosch. Pero hay elementos que siguen sin convencerle, como su desconocimiento de los asuntos municipales, que los medios proindependentistas le atacarán sin cuartel y que Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, no es fácil de derrotar. Entonces, el historiador forma un equipo de 15 personas, de entre 40 y 50 años, que suscriben un acuerdo de confidencialidad y trabajan en la sombra elaborando informes sobre los problemas de la ciudad. Un equipo voluntario y multidisciplinar para hacer más fácil a Valls tomar una decisión.
Para el ex presidente de SCC es el candidato ideal. Durante 11 años gobernó con éxito el municipio de Évry, al sur de París. Uno de los componentes de ese grupo de 15 personas subraya que “es un catalán nacido en Barcelona, con un discurso europeísta, de centro izquierda, laicista, liberal, republicano y muy sólido en la defensa del Estado de derecho. Un político que busca el trato cercano y que gana en las distancias cortas. Si pudo hacer eso en Évry, en Barcelona no será menos”. Ahora hay que construir un relato integrador para seducir a los catalanohablantes que han ido girando hacia posiciones independentistas y contrarreste el “Espanya ens roba”.
Finalmente, al ver a este equipo también comienza a sentir posible encabezar el movimiento, y acepta. A partir de ahí, movimientos estratégicos, organizados por Bosch, con empresarios, lideres mediáticos y cívicos en Madrid y Barcelona. Y él comienza a viajar discretamente a la Ciudad Condal, a pasear de incógnito, a entrar en los bares y a escuchar los problemas de la gente. Sabe que la marca Barcelona es conocida y que puede construir un liderazgo europeo. Sus cuatro hijos le animan. Ya en abril desvela su deseo de entrar en la política española. Ciudadanos le apoya, el PP no se pronuncia y el PSC lo descarta. Pero él es consciente de que una campaña enfocada a los problemas de Barcelona sin entrar en el tema del procés gusta. Recientemente ha subrayado que no liderará una lista única de Ciudadanos. “No seré candidato solo de Ciudadanos”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *