Se habría hallado una solución para el problema de la frontera con Irlanda.
Según ha confirmado el Gobierno británico a través de un comunicado, Londres y Bruselas han alcanzado un acuerdo final sobre el Brexit con el que se pone fin a más de dos años de negociaciones. El principal obstáculo que impedía zanjar la salida de Reino Unido de la Unión Europea estaba en la frontera con Irlanda.
Se trata de un pacto técnico. Theresa May, primera ministra, ha convocado a los miembros de su Gabinete mañana a las dos de la tarde en su residencia oficial de Downing Street, después de haberse reunido con cada uno de ellos esta pasada noche con el objetivo de explorar si cuenta con el respaldo del Ejecutivo antes de confirmar a Bruselas el acuerdo definitivo. En la reunión de mañana se abordará y evaluará el borrador y se decidirán los siguientes pasos.
Nada más conocerse el preacuerdo, la libra esterlina experimentó un repunte frente al dólar, situándose, a media tarde en 1,30 dólares por cada divisa británica, aunque luego cayera a 1,29.
Si finalmente el Gobierno de Reino Unido acepta los términos del acuerdo, en las próximas semanas estos deberán ser ratificados por el Parlamento de Westminster. Este trámite podría engendrar ciertos riesgos puesto que parte de los diputados conservadores euroescépticos podrían votar en contra. Por parte de la Unión Europea, en este mismo mes se celebraría una cumbre europea para aprobar el pacto alcanzado.
Ya en la mañana de ayer, David Lidington, secretario de Estado de Gabinete, aseguraba que el acuerdo estaba “casi al alcance de la mano”. Ya por la tarde, Michel Barnier, negociador del Brexit de la UE, se expresó en términos parecidos.
Con todo, aún hay dudas a causa de la división existente en el Ejecutivo británico. El pasado viernes dimitió Jo Johnson, número dos del ministerio de Transporte, y se creía que podría haber más dimisiones por la falta de claridad respecto al acuerdo que se firmaría. Aún no se conocen los aspectos concretos de éste, pero podría haberse encontrado una solución a la cuestión determinante ante la posibilidad de levantar una frontera física en Irlanda del Norte, algo que no aceptaban ni Irlanda ni Reino Unido.