Regino Hernández o el rey del snowboard

Gana el bronce en snowboard cross.
En la madrugada del jueves, hora española, el ceutí criado en Mijas Costa, Regino Hernández, se colgó la medalla de bronce en la disciplina de snowboard cross en los Juegos Olímpicos de Invierno que se están celebrando en Pyeongchang, Corea del Sur. Es la tercera medalla conseguida por el deporte español en unos Juegos de Invierno, después de que Blanca Fernández Ochoa, en 1992, en Albertville, Francia, se hiciera con otro bronce. “Puedo decir que soy medallista olímpico y eso queda para siempre”, declaró el rider español.
Previamente, Lucas Eguibar, el donostiarra que abanderó la delegación española, cayó en octavos de final, y el cántabro Laro Herrero fue eliminado, también en octavos, después de finalizar último de su serie. En cambio, Hernández sobrevivió a una jornada llena de caídas, algo habitual en esta disciplina en que compiten en un descenso de velocidad alcanzando los 90 km/h, combates, peraltes y saltos, a semejanza del motocross. En estas carreras, los riders no controlan más del 20% de lo que sucede. Pero, el recorrido favorecía al ceutí de 26 años. No era el favorito. Lo era Lucas Eguibar, subcampeón del mundo individual en los mundiales de 2017, celebrados en Sierra Nevada, en los que ambos obtuvieron la plata por equipos.

Descensos muy accidentados
En las fases previas clasificatorias Hernández marcó el tercer mejor tiempo en su serie. En octavos, tras una reñida disputa por el tercer puesto con el estadounidense Jonathan Cheever, el rider español se hizo con la presa. En las posteriores fases, las caídas de sus rivales facilitaron sus clasificaciones. En cuartos sólo tuvo que disputar el primer puesto con un rival. En semifinales cruzó la meta en solitario después de que todos sus contrincantes se fueran al suelo. En la final, y con las medallas directamente ya en juego, consiguió aguantar en el tercer puesto hasta que otro accidente propició su definitivo podio, incluso pudiendo haber alcanzado la plata, que ganó el australiano Hughes, mientras que el francés Vaultier revalidaba el oro.
Hernández ha explicado que la final ha sido la mejor “que he corrido nunca. Al salir me he puesto segundo, he podido seguir Pierre Vaultier; luego, ha aparecido y me ha adelantado Jarryd Hughes y nos hemos ido los tres. Me he dado cuenta, por el sonido, de que estábamos los tres solos, y en la recta final he intentado apretar para raspar la plata, pero no ha podido ser”. El ceutí ha dedicado su medalla a dos personas: “Entre las dedicatorias te podría decir miles y entre ellos un amigo, que el 22 de febrero hace tres años que falleció, que era como un Hermano mayor para mí. Siempre creyó en mí, siempre me decía que yo podía”, pero también la dedicó al técnico español fallecido el año pasado, Israel Planas. “Es el principal culpable de que estemos aquí. Ha estado muchos años con nosotros. Gracias a él hemos cogido un nivel increíble”.

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