Las fuerzas de respuesta rápida de la OTAN se reforzarán hasta alcanzar la cifra de 300.000 efectivos para una reacción ágil en caso de emergencia.
Así lo ha anunciado Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica en una rueda de prensa previa a la cumbre de esta semana.
Efectivamente, ese aumento de fuerzas de respuesta rápida es uno de los asuntos que aprobarán los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN.
La Cumbre de Madrid tratará principalmente el escenario del flanco sur de la Alianza Atlántica ante posibles movimientos de Rusia.
En su comparecencia, Stoltenberg esbozó las grandes líneas de una cumbre que confía en que sea “transformadora” para la OTAN.
De ese modo, en términos militares como políticos, creando una nueva estrategia que servirá como hoja de ruta para los próximos años. Además, incluirá algunos compromisos funcionales.
En ese sentido, el jefe político de Alianza Atlántica señaló que “transformaremos la Fuerza de Respuesta de la OTAN. Aumentaremos el número de nuestras fuerzas de alta disponibilidad. A más de 300.000”.
Asimismo, confirmó el refuerzo de algunos batallones que se desplegaron en el este de Europa a nivel de brigadas.
Precisamente, estas fuerzas fueron las primeras que se pusieron en alerta para responder a la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero.
Así, se componen de hasta 40.000 efectivos con una capacidad de despliegue en cinco días en cualquier escenario y durante no más de 30 días.
Según explicó Stoltenberg, es la mayor revisión del sistema disuasorio y defensivo colectivo desde la Guerra Fría.
A su juicio, la situación en Ucrania así lo requiere tras la “brutal invasión” ordenada por Vladimir Putin.
Tal es así que considera, hoy por hoy, a Rusia “la mayor y más directa amenaza” para la seguridad de la Alianza. Con Putin, dijo, el diálogo “no está sobre la mesa”.
Tras lamentarse por el distanciamiento, garantizó que no hay otra opción más que “responder” a la nueva realidad.
Así las cosas, aseguró que la OTAN está “lista” para proteger a sus aliados. Asimismo, confió en que Putin entienda cuáles serían las “consecuencias” de lanzar otro ataque.