En su reunión de este viernes, los ministros de Energía de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo político para reducir la demanda eléctrica en un 5% en horas punta.
Asimismo, han acordado una tasa a las empresas de combustibles fósiles. A su vez, se establece un límite al precio al que las productoras de electricidad inframarginales pueden comercializar la energía de 180 euros/MWh.
De este modo, los beneficios extraordinarios de las tecnologías inframarginales que vendan la electricidad por encima de ese límite se redistribuirán a los más vulnerables.
Los titulares de Energía de los Veintisiete mantuvieron una reunión de poco más de una hora. De ella que ha salido este acuerdo de reducción obligatoria de la demanda eléctrica.
Igualmente, esa tasa de “solidaridad” a las intermediarias de combustibles fósiles y a las compañías energéticas sobre sus ‘beneficios caídos del cielo’.
En ese sentido, Kadri Simson, comisaria de Energía, señaló a su entrada al encuentro que “hoy daremos otro paso necesario para gestionar la crisis energética”.
“La Comisión ha propuesto medidas para reducir la demanda de energía y generar beneficios”, apuntó.
Así, estas medidas se adoptarán la próxima semana por procedimiento escrito. No obstante, no entrarán en vigor hasta que se publiquen en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE).
Dicho esto, abarcarán del 1 de diciembre de 2022 al 31 de diciembre del próximo año.
Con todo, se establecen dos excepciones, Malta y Chipre por su condición de isla energética.
Además, estas medidas son complementarias con las que los Estados miembro hayan implementado a nivel doméstico.
Es el caso del mecanismo ibérico, o algún otro similar, o un impuesto sobre los ingresos de las grandes energéticas.
Cada país, en cualquier caso, deberá introducir las medidas adecuadas para lograr los objetivos de reducción de la demanda eléctrica.
Reducir la demanda eléctrica en un 5% y un 10%
Así las cosas, la propuesta de la Comisión Europea es una disminución obligatoria del consumo de electricidad del 5% en las horas punta.
Asimismo, una reducción del 10% de la demanda eléctrica entre el 1 de diciembre de 2022 y finales de marzo de 2023.
Por otra parte, en relación al gravamen a las energéticas, se fija una “contribución” del 33% sobre los beneficios obtenidos hasta el 31 de diciembre de 2023.
No sobre la totalidad, sino aquellos que se situó en un 20% por encima de la media de los últimos cuatro años.
La recaudación se redistribuirá a hogares vulnerables, a las empresas más afectadas y a las industrias electrointensivas.
Además, el acuerdo establece que los países podrán introducir modificaciones para fijar un límite del precio (180 euros/MWh) más elevado.
Asimismo, que empleen medidas para limitar los beneficios del mercado o fijar diferenciaciones por tecnologías. Igualmente, aplicar limitaciones a los beneficios en el mercado a otros operadores, como los proveedores.
Esta parte estará operativa hasta el 30 de junio de 2023 con el objetivo de reducir los beneficios extraordinarios de estas compañías eléctricas.
Dichos beneficios extraordinarios se emplearán para ayudar en la factura de la luz de los colectivos más vulnerables.