Anunció su renuncia, “provisional”, proponiendo al líder independentista como sustituto.
Mediante un vídeo grabado, Carles Puigdemont anunció que se retiraba como candidato a la presidencia de la Generalitat y propone a Jordi Sànchez como su sustituto. “Hoy he informado al presidente del Parlamento de Cataluña de que, provisionalmente, retire mi candidatura a ser investido presidente de la Generalitat y le he pedido que inicie, lo antes posible, la Ronda de contactos con los diferentes grupos parlamentarios para proceder a la elección del nuevo candidato o a ser investido como Presidente del Gobierno autonómico”, reconociendo implícitamente el carácter exclusivamente autonomista del Ejecutivo catalán. También anunció que su formación propondrá a Jordi Sànchez como nuevo candidato. “Sànchez es el número dos de nuestra lista y representa como nadie los valores de Junts per Catalunya y es un hombre de paz, injustamente encerrado en una prisión española”.
Según un portavoz del Parlament, Roger Torrent, presidente de la Cámara, iniciará la Ronda de contactos con los grupos políticos la semana próxima y convocar, así, otro pleno de investidura, posterior a la desconvocatoria de la sesión en la que habría sido escogido Puigdemont como presidente catalán. A su vez, también está previsto un acto en Bruselas para poner en marcha el llamado Consejo de la República.
No es una solución al conflicto
La decisión de Puigdemont de hacerse a un lado y proponer como sustituto a Sànchez no soluciona el conflicto abierto por el que el Gobierno central no considera viable que ocupe la presidencia de la Generalitat alguien que se encuentre en prisión preventiva con cargos de rebelión y sedición, además de haber advertido que el Ejecutivo mantendrá la intervención de la Generalitat mientras no haya un candidato o que pueda ser elegido. En esa línea, Salvador Illa, secretario de Organización del PSC, señaló que “Puigdemont no puede ser presidente y ahora pretende dejar como legado otra propuesta sin salida. Pedimos que se proponga un presidente viable y que saque a Cataluña de la parálisis”. Entendiendo que Sànchez tiene todo el derecho a aspirar al cargo, Xavier Domènech, de Catalunya en Comú-Podem, lamenta que el nuevo candidato no ayuda a desbloquear la situación en Cataluña.
El ex president, en el vídeo, insiste en que no es una renuncia formal: “que todo el mundo lo tenga claro: no claudicar de, no renunciaré, no me retiraré, ante la actuación ilegítima de los que han perdido en las urnas. Ni ante la arbitrariedad de quienes están dispuestos, dicen, a pagar el precio de abandonar el Estado de Derecho y la justicia por defender la unidad de la patria. Tengo plena confianza de que ganaremos y que un día, espero que bien pronto, podré volver a Cataluña como un hombre libre”. Consciente el independentismo de que la candidatura de Sànchez tiene poco recorrido, ya se ha preparado otro candidato, Jordi Turull, que también está encausado por el procés, pero que se encuentra en libertad condicional, lo que hace más factible su presidencia mientras no sea condenado e inhabilitado. En caso de que esto sucediera, se podría en marcha un tercer camino, que sería embestir a un diputado sin carreras judiciales, como Elsa Artadi, ex mano derecha de Puigdemont en la Generalitat.