Este viernes, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, ha instado a los diputados el PSOE a que perpetren un nuevo ‘tamayazo’ en la investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder popular.
Así, en unas declaraciones, el presidente andaluz ha explicado que “el diputado tiene un acta personal. Se presenta a través de una formación política, pero el acta es suya y él toma las decisiones”.
Por ello, ha apelado “a la conciencia de Estado” de los representantes socialistas para que voten a favor de Feijóo y le hagan presidente.
“Más allá de la lógica disciplina de partido, que debe haberla, a veces se llega a extremos en los que los diputados deben rebelarse por sus propios principios”, señaló en una entrevista en El Confidencial y, posteriormente, repitió a medios.
A su juicio, para investir a Feijóo sólo hay dos opciones. Por un lado, el PNV, “que está secuestrado por sus debilidades internas”.
De otro, “que algún diputado del PSOE con sentido de Estado dijera que no, algo que es improbable”, admitía, reconociendo que el ‘tamayazo’ es una posibilidad lejana.
Reproches del PSOE por alentar otro ‘tamayazo’
Por su lado, desde la dirección del PSOE, además de diputados socialistas, han recriminado a Moreno que esté alentando un ‘tamayazo’. Asimismo, ponen el foco en el propio Feijóo como instigador y responsable de ello.
En ese sentido, Javier Izquierdo, senador y secretario de Acción Electoral, ha criticado al PP por llamar “al transfuguismo”.
Además lo ha descrito en un mensaje en X como una práctica habitual del PP, “uno de sus grandes éxitos”.
Siguiendo esa línea se ha manifestado Juan Francisco Serrano, diputado y vocal adjunto a la Secretaría de Organización del PSOE.
“Cuando tu única propuesta es alentar un tamayazo es que tu tiempo político vislumbra su fin”, ha lanzado.
También ha culpado al presidente popular Montse Mínguez, diputada y secretaria de Trabajo, Economía Social y Autónomos.
Feijóo está solo
A su juicio, es el reflejo de su soledad como líder. “Esto de llamar a la rebelión” que hacen Feijóo y sus antenas mediáticas “es el reflejo de la soledad y la ignominia como líder”. “Con los socialistas que no cuente para tal bajeza”, avisó.
En 2003, durante la votación de investidura, la ausencia de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáenz, diputados socialistas en la Asamblea de Madrid, permitió a Esperanza Aguirre lograr la mayoría absoluta y que el PP retuviese el poder en la región.
Y eso que el PSOE contaba con la mayoría suficiente para hacer presidente a Rafael Simancas gracias al apoyo de Izquierda Unida.