Francina Armengol, presidente del Congreso, ha convocado el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, para los días 26 y 27 de setiembre.
De este modo, da el plazo que el candidato popular había pedido para sus negociaciones. Además, evita que, en caso de una investidura fallida y posible repetición electoral, los comicios se celebren en Navidad.
Y es que la fecha de esa primera votación es fundamental. Si a los dos meses de dicha votación fallida continua el bloqueo, las Cámaras se disuelven automáticamente y se convocan nuevas elecciones. Se celebrarían 47 días después.
Por tanto, para evitar unos comicios en Navidad, sólo había dos opciones para el debate de investidura y su posterior votación.
Una primera, la semana que viene, algo que descartó Feijóo, argumentando que necesitaba tiempo para negociar con los grupos parlamentarios.
La segunda era convocar el debate a partir del 25 de setiembre, como, finalmente, ha hecho Armengol.
Tras hablar en la noche del martes con el aspirante del PP, accedió a las demandas de Feijóo.
Y es que los grupos parlamentarios, además, no se constituirán formalmente hasta el próximo lunes. Entonces se prevé que la Mesa del Congreso dé luz verde a las inscripciones registradas. Luego, hay que reunir a la Junta de Portavoces cara a la organización del debate.
Así, Armengol notificó este miércoles al candidato popular la fecha, al igual que al resto de portavoces parlamentarios.
El 26 arranca el debate de investidura con el discurso
A su juicio, “se da un tiempo más que prudencial para que el candidato pueda realizar las negociaciones oportunas” con las demás formaciones políticas.
Por tanto, con el discurso del aspirante, el debate de investidura arrancará el 26 de setiembre. Al día siguiente se celebrará una primera votación, para la que Feijóo necesitará mayoría absoluta para resultar investido.
Si no lo consigue, habrá una segunda votación 48 horas después y en la que le bastaría más votos a favor que en contra.
Con todo, según han ido manifestando los representantes de las distintas formaciones, es más que probable que la investidura fracase.
Entonces, cuando eso pase, el Rey convocará nueva ronda de consultas para, si así lo considera, encargar un nuevo intento a otro candidato. Ahí es donde Pedro Sánchez, el aspirante socialista, se perfila como alternativa.
No obstante, viendo que el riego de repetición electoral persiste, Armengol ha conseguido, al elegir estas fechas, evitar que las elecciones caigan en Navidades. De hecho, si son necesarias, no se celebrarían antes del 14 de enero.