“¿Podrá Google curar el cáncer?”, por Carolina Gutiérrez Montero.

Carolina Gutiérrez Montero.

Carolina Gutiérrez Montero, investigadora biomédica.
No son pocos los que opinan que una de las principales claves para el cáncer la tiene Google. Es más, algunos como el profesor José Luis Cordeiro llegan a pensar que la curación del mismo vendrá de su mano.

Lejos de parecernos algo desorbitado y sin quitarle el mérito a los principales actores frente a esta terrible causa (médicos, investigadores…) si analizamos el papel que pueda tener no solo Google sino en general todos los grandes sistemas y servidores informáticos no van muy equivocados los que postulan su importante papel en el tratamiento y una posible cura.

Los grandes avances tecnológicos están mejorando cada día la salud de muchas personas y entre ellos se encuentra el papel de la aplicación de los algoritmos informáticos en el campo médico: algo que ya viene implantándose poco a poco en los centros sanitarios españoles. La aplicación de los algoritmos matemáticos es algo que mejora la medicina ya que la convierte en más predictiva y personalizada. Puede sonarnos a algo muy complejo pero se trata de la utilización de estos algoritmos para poder analizar de forma masiva un gran número de datos que permita a su vez poder enfocar los tratamientos de forma más directa y personalizada para cada paciente de forma individual.

El doctor Ignacio Hernández Medrano es neurólogo y creador junto a su equipo de un algoritmo informático llamado Savana cuya implantación está cada vez más extendida en los hospitales públicos de nuestro país. En palabras del doctor Medrano el punto de inflexión para la instalación de estos programas tan específicos de análisis ha sido la aparición de tres factores clave: la posibilidad de conectar datos gracias a internet, la posibilidad de computarlos (utilización del big data) y el desarrollo de nuevas técnicas matemáticas que han permitido la creación de estos algoritmos tan predictivos que ya se usaban anteriormente en economía o en el campo de la aviación.

El poder analizar de forma masiva un gran número de datos, variables…de pacientes con una determinada patología podrá ayudar a los especialistas a dirigir la terapia más óptima en cada caso. Podrá ayudar a sacar resultados positivos o negativos frente a un determinado tratamiento que hará el volver a utilizarlo o no en otros pacientes…

Posiblemente se producirá en un futuro no muy lejano un cambio en la realización de los ensayos clínicos. Esos estudios que se llevan inicialmente con un grupo reducido de pacientes antes de probarlos en toda la población y cuyos resultados preliminares son la clave para su óptimo funcionamiento en terapias futuras. Los ensayos clínicos han sido y seguirán siendo un elemento primordial en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas, pero los grandes avances  que se están produciendo en el campo de la biomedicina también les llega a ellos y para bien. La informatización más rápida de datos, el contar con dispositivos móviles más precisos de registro, el análisis masivo de las variables recogidas de cada paciente…no solo reducirá el trabajo de los investigadores y el coste de los estudios, sino que incrementará su eficacia y eficiencia. Se sacarán posiblemente resultados de alta aplicabilidad para los pacientes.

Hace algunos meses desde esta misma sección les comenté el caso del catedrático Víctor M. Pérez-García jefe del Laboratorio de Oncología Matemática de la Universidad de Castilla La Mancha que puso en marcha este laboratorio con la idea de aplicar las herramientas matemáticas que él y su grupo ya conocían a la medicina, en este caso a la curación del cáncer. Porque los algoritmos que pueden ayudarnos tanto en el campo de la medicina no dejan de ser matemáticas aplicadas. Partiendo de la base que entre un 30 y un 50% de los cánceres se pueden evitar reduciendo los factores de riesgo, y que las posibilidades de recuperación para muchos de ellos son excelentes con un diagnóstico precoz y un adecuado tratamiento, el poder combinar esta información a partir de datos disponibles podría ayudar a buscar la mejor forma de tratar a los pacientes y predecir mejor la evolución de la enfermedad.

Uno de sus proyectos más alentadores es el que realizan en colaboración con la Universidad de Cádiz centrado en la investigación sobre la leucemia linfoblástica aguda, enfermedad maligna más frecuente en la infancia y con un elevado índice de recaídas. Un 15% de los niños fallecen a consecuencia de este tipo de leucemia por lo que se la sigue considerando la causa más frecuente de muerte por cáncer en la infancia. A su vez entre un 15 y 20% de niños recaen, lo que nos está indicando que aún se desconocen factores pronósticos que nos permitan identificar correctamente a aquellos niños que se encuentran en el grupo de riesgo de sufrir una recaída.

Las pruebas de laboratorio nos facilitan una enorme cantidad de información que a veces es muy difícil de interpretar, al igual que las posibles relaciones entre los diferentes biomarcadores de diagnóstico y pronóstico. Y aquí es donde entran en juego los algoritmos matemáticos con los que se podrían caracterizar propiedades de datos mediante métodos estadísticos, métodos evolutivos o estrategias tipo machine-learning y proporcionar nuevos biomarcadores: esto tiene el potencial de ir mucho más allá de las proyecciones bidimensionales incrementando la información disponible con potencial utilidad clínica.

Volvamos al comienzo de este artículo y a las posibilidades de que Google tenga capacidad o no de curar el cáncer. Imaginen la ingente cantidad de datos que puede recoger el gigante informático a nivel mundial. Imaginen todo su potencial algorítmico aplicado a la medicina, en concreto al campo de la oncología. Imaginen la capacidad de procesamiento de todos los datos y variables que uno pueda imaginar (efectividad, toxicidad, tiempo de remisión, tiempo hasta la curación…). Dejen de imaginar y piensen que ya es real  porque Google ya está trabajando en ello desde hace tiempo. Lo más importante de todo es que la información que se obtenga esté disponible para todos los profesionales para lograr un beneficio mundial.

Pongámonos en situación y pensemos lo rápido que podría ser la actuación ante un diagnóstico de cáncer si tenemos toda esa información; lo rápido que se podría empezar a tratar, con el medicamento más eficiente y efectivo en cada caso. Ya sabemos que un tratamiento a tiempo es en la mayor parte de los casos una garantía de éxito, así que, ¿por qué no podría Google curar el cáncer?

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