Espera que se tramite en 60 días.
En su intervención en un acto en la Casa de América, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha adelantado que propondrá al Congreso y al Senado una reforma constitucional para suprimir los aforamientos. Así, ha hecho un llamamiento para que los parlamentarios tengan “altura de miras” y que dicha modificación de la Constitución entre en vigor en 60 días después de iniciarse su tramitación.
En la actualidad están aforados la familia real, jueces, fiscales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, diputados y senadores. Estos dos últimos grupos serían los que se verían afectados por la supresión de los aforamientos.
Dolores Delgado, ministra de Justicia, ya había hablado a este respecto la semana pasada en el Pleno del Congreso en respuesta a una interpelación de Ciudadanos. Entonces, dijo que el Ejecutivo ya estaba estudiando la reducción del número de aforados. Sin embargo, la ministra matizó que no se suprimiría a diputados y senadores para protegerles frente al Poder Ejecutivo. Es decir, tendrían aforamiento en los supuestos de delitos relacionados directamente con el ejercicio del cargo.
Ayer, el presidente del Gobierno, en su intervención en el acto en el que se hizo balance de los primeros 100 días de su Gabinete y se adelantaron los proyectos para el futuro, defendió que España está ante “un cambio de época qué exige atender los deseos de una sociedad que demanda ejemplaridad”.
Señaló que la española es “una sociedad civil que no entiende la existencia de determinados preceptos que pudieron tener sentido en un momento determinado de nuestra historia, en el pasado, hace décadas, pero que hoy han perdido toda razón de ser”. Considera que este “cambio de época debe continuar avanzando”.
El Consejo de Ministros de esta semana estudiar a la medida para solicitar los informes del Consejo de Estado y del Consejo General del Poder Judicial. Así, confía en poder contar con el conjunto de las Cámaras de forma que se envié “una señal relevante, inequívoca, generosa, de solidaridad y empatía” a la sociedad y “que los ciudadanos vuelvan a creer en la política”.