“Parada de rigor”, por Pedro Molina Alcántara.

Pedro Molina Alcántara.

Hay veces en las que, cuando se ama algo como en mi caso es, entre otras labores, la escritura; hay que saber tomarse un respiro si se piensa con honestidad que hay circunstancias que impiden hilvanar las mejores ideas mediante la palabra escrita. Siendo sincero, debo reconocer que la situación, eso que las voces expertas están llamando fatiga pandémica, ha hecho mella en mí; sin embargo, no se trata solamente de eso: también tenemos el clima político de crispación, clima que se traslada a la ciudadanía de a pie en sus relaciones sociales.

Veo mucha trinchera, mucho “postureo”, mucha soberbia, mucha “política-espectáculo”, mucho exceso de testosterona… Y en medio de todos, de la prensa, de una oposición cada vez más radicalizada y escorada a la derecha, de un Consejo General del Poder Judicial que no propicia su propia renovación, de unos partidos nacionalistas/separatistas que se miran el ombligo y tensan la cuerda -por cierto, ya podemos añadir un nuevo movimiento similar a los nacionalismos, el madrileñismo ayusista- y de una parte de la izquierda a la que le gusta ser anti-sistema y parte del sistema al mismo tiempo: en medio de todos esos actores, tenemos un gobierno que comete errores -muchos errores, quizá- pero al que sigo apoyando porque creo que, al menos, intenta hacer algo para luchar contra esta pandemia y sus efectos devastadores.

En definitiva, todo ello me causa mucha tristeza y he llegado a la conclusión de que, si en este momento no puedo demostrar toda mi valía; lo mejor que puedo hacer es una “parada de rigor” por unas semanas para recuperar el aliento y volver con ánimo, con fuerzas y bríos renovados.

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