Los pactos cara a la constitución de las Cortes

Los pactos cara a la constitución de las Cortes

El próximo 17 de agosto se constituirán las Cortes surgidas de las elecciones del 23J y los partidos representados arman sus pactos.

No es baladí ya que, entre lo que está en juego, se encuentra la Presidencia del Congreso o la composición de las comisiones parlamentarias.

Ahí es donde el PSOE puede hacerse valer para conseguir que la persona que presida la Mesa de la Cámara Baja sea la que proponga.

Así, los 137 escaños que tiene el PP no serán suficientes si los socialistas logran pactos con ERC o Junts. Ninguna de estas formaciones ha logrado contar con grupo parlamentario propio.

Esa puede ser una de las bazas que el PSOE podría utilizar para conseguir la Presidencia del Congreso. También, ofrecer a estos partidos puestos en las comisiones, incluso presidencias en las mismas.

Por ejemplo, para el puesto que en la XIV Legislatura ha ostentado la socialista Meritxell Batet, se necesita mayoría absoluta en primera votación. Ninguno de los bloques la tiene.

En cambio, en segunda ronda, basta contar con más ‘síes’ que ‘noes’. Ahí es donde está la disputa porque, sin contar a Junts, el lado progresista tiene 171 votos, si se cuenta con los socios habituales.

Es decir, los 121 del PSOE, 31 de Sumar, siete de ERC, seis de Bildu, cinco del PNV y uno del BNG. No hay duda de que, en todo caso, votarían en contra del candidato del PP, el más probable.

Sin embargo, es un voto menos que los 172 que sumaría el bloque de derecha+extrema derecha: 137 de los populares, 33 de Vox, uno de UPN y, puede, uno de Coalición Canaria.

Por tanto, si el PSOE quiere aupar a su aspirante a la Presidencia del Congreso, necesita que, al menos, cinco de los diputados de Junts voten a favor. Eso, en primera votación, pero le basta con dos, en segunda ronda.

Pactos para las comisiones parlamentarias

Ese será uno de los primeros pactos que se forjarán en los días previos a ese 17 de agosto. Otros serán para las vicepresidencias de la Mesa, hasta cuatro puestos, y las secretarías, también cuatro cargos.

Lo normal es que se repartan entre PSOE, PP y Sumar, puesto que Vox necesitaría un acuerdo con los populares o se quedará fuera.

Así las cosas, tanto a los republicanos catalanes como a los neoconvergentes les interesa una mayoría progresista en el órgano de gobierno del Congreso. ¿Por qué?

Pues porque es la Mesa la que daría el visto bueno a la fórmula que planteen ambas formaciones para tener grupo parlamentario propio.

Para ello, en situación normal, se necesitan más de 15 diputados o más de cinco y el 5% de todo el voto del país o el 15% en todas las circunscripciones donde se presentaron. No es el caso.

ERC y Junts tienen siete escaños cada uno, pero no lograron el 15% en dos de las circunscripciones donde concurrieron.

Con todo, esto es lo que ambas formaciones les interesa, tener grupo parlamentario propio, pero por separado. Y eso va a necesitar de pactos.

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