Si el PSOE y Ciudadanos pactaban, Pablo Iglesias habría votado en contra de Pedro Sánchez en una investidura. Así se desprendía de la conversación telefónica que ambos dirigentes mantuvieron ayer. En ella el presidente del Gobierno en funciones preguntaba al líder de Unidas Podemos cuál sería su “decisión final”.
Esto sucedía horas antes de que el rey Felipe VI decidiera no proponer un candidato a una investidura y, por tanto, los españoles seremos convocados a unas nuevas elecciones en las que, según los analistas, se repetirá el mismo escenario que el surgido el 28 de abril. Eso, por no hablar del hartazgo de la ciudadanía y el coste político, económico y de prestigio que supone.
Iglesias respondió a Sánchez que, si finalmente hubiera habido un acuerdo entre socialistas y naranjas, tendría que valorar el contenido de ese pacto para “decidir su voto final”.
Con todo, Sánchez había trasladado al líder morado que le mantendría informado “regularmente” de los asuntos de Estado. Ya no, porque, lo mismo, después de las elecciones del 10 de noviembre no tiene opción de ser presidente. Tras la conversación, ambos acordaron un texto conjunto para difundir a los medios de comunicación sobre el contenido de lo hablado.
El jueves pasado, Iglesias telefoneó al presidente en funciones para plantearle una alternativa para un gobierno de coalición, al menos hasta que se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado.
Tras ello, si Sánchez no estuviera satisfecho con la coalición, los miembros morados en el Ejecutivo se apartarían, pero quedaría garantizada la estabilidad parlamentaria. El líder socialista rechazó la propuesta.
aguantara sin dejar la política solo para no tener que vender la casita que se compraron
No sabéis ni a quien votar, soy un grupo de fantasmas que aprovecháis el tirón del 15M pero ya se os acaba. No os va a votar ni Dios en las próximas elecciones. a trabajar, gandules