Olaf Scholz: la gran esperanza socialdemócrata alemana

Olaf Scholz: la gran esperanza socialdemócrata alemana

Alemania celebra este domingo unas elecciones cruciales para la recuperación económica y es ahí donde surge la figura de Olaf Scholz como la gran esperanza de la socialdemocracia alemana.

Nadie la auguró un camino fácil cuando en mayo el Partido Socialdemócrata (SPD) le nombró candidato a ser el canciller de Alemania. Sin embargo, apenas cuatro meses después, Scholz se ha convertido en el adversario a batir a uno y otro lado del espectro político.

De hecho, las encuestan le dan como el favorito y el preferido para suceder a Angela Merkel, su rival política, pero aliada en el Gobierno. Tal es así que los analistas considera que tiene un perfil parecido al de la todavía canciller alemana.

Tanto rivales como compañeros ven en él un candidato cualificado y experimentado. Tras los debates, en los cuales ha salido airoso frente a ciertas torpezas de campaña de sus contrincantes, se ha consolidado su imagen.

De hecho, los errores cometidos por Armin Laschet (CDU) y Annalena Baerbock (Verdes) han permitido que se dé la vuelta a los sondeos y el SDP se sitúe como virtual ganador de los comicios.

No obstante, Olaf Scholz sabe que no será fácil formar gobierno y que necesitará alianzas firmes y coherentes. Es consciente de que los grandes partidos están a la baja en un escenario político fragmentado.

Y es que los socialdemócratas alemanes han superado el desierto que atravesaron como prenda por ser el soporte del Ejecutivo de Merkel y la CDU.

Silencio de Olaf Scholz en cuanto a alianzas

Sin embargo, el también ministro de Finanzas y vicecanciller no desvela sus intenciones en cuanto a alianzas en caso de proclamarse triunfador en las elecciones del domingo. Eso le ha supuesto duras críticas de uno y otro lado.

Incluso Merkel, que sólo ha intervenido en la campaña cuando ha visto peligrar a Laschet, le ha reprochado su equidistancia en esa materia.

Lo cierto es que Scholz no quiere reeditar una ‘gran coalición’ y dejó claro que su socio preferente será el partido que lidera Baerbock. Además, no ha mostrado interés, sin decirlo, en coaligarse con Die Linke (La Izquierda).

Cabe recordar que este partido tiene un pasado relacionado con la Alemania del Este. De hecho, mantiene posiciones políticas controvertidas, como romper con la OTAN.

Así las cosas, Olaf Scholz llega a la cita electoral con una intención de voto de un 25%. Esto es casi cinco puntos por encima del peor resultado del SPD en su historia en las últimas legislativas, cuando cosechó el 20,5% de votos.

Asimismo, son cinco puntos porcentuales por encima de la Unión Demócrata Cristiana, aunque eso no le garantiza que pueda convertirse en canciller. Si lo logra, será 16 años después de que en Alemania la socialdemocracia tuviese a su último gran líder.

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