A pesar de que el pasado sábado se daban por rotas las negociaciones ante las “insalvables” diferencias entre la dirección de Nissan y los sindicatos, en la tarde de ayer se alcanzaba un principio de acuerdo. Nissan cierra, pero no será hasta el 31 de diciembre de 2021, un año más tarde de lo inicialmente planteado por el fabricante japonés.
Sobre la mesa, además de las cuestiones económicas, estaba el despido de 2.525 trabajadores. Afecta a las plantas barcelonesas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca.
Después de 25 horas de maratoniana reunión telemática con la mediación del departamento de Trabajo de la Generalitat catalana, se sellaba ese principio de acuerdo. Ambas partes han cedido, pero han salido mejoradas las condiciones de los despidos.
Sobre todo, valorar que se retrasa un año el cese de actividad. Esto dará tiempo para hallar uno o varios inversores industriales a los que les interese ocupar las plantas que deja el fabricante automovilístico.
Entre los logros obtenidos por los sindicatos en la negociación con Nissan, también destaca la mejora de las indemnizaciones. Los representantes de los trabajadores lograban su reivindicación de 60 días por año trabajado sin límite de mensualidades para los menores de 50 años.
Además, se crea un convenio especial para los empleados de entre 50 y 54 años. A su vez, los trabajadores tendrán prioridad si se opta a contrataciones de los futuros inversores industriales que se instalen en las plantas.
Por otra parte, no habrá despidos forzosos hasta que sea efectivo el cierre de las plantas, pero sí podrá haber bajas voluntarias incentivadas.
Cuatro empresas internacionales han mostrado interés en las plantas de Nissan. Se trata de dos fabricantes de vehículos y otros dos de baterías para coches eléctricos. De confirmarse, facilitaría el mantenimiento del actual nivel de empleo.