Un niño de ocho años ha matado accidentalmente a una niña de un año en un hotel de Florida jugando con la pistola de su padre.
Además, ha herido a otra de dos años. Las dos menores son las hijas de la pareja del progenitor del niño.
Según la prensa estadounidense, el padre dejó la pistola enfundada en el armario de su habitación en el hotel Lion’s Motel de Pensacola.
Posteriormente, salió de la habitación y fue cuando el niño encontró el arma. “Empezó a jugar con ella”, disparando una bala que mató al bebé.
El mismo proyectil hirió a la otra niña pequeña, ha indicado Chip Simmons, sheriff del condado de Escamba.
Asimismo, Simmons ha remarcado que los estadounidenses tienen que “mejorar el tratamiento de sus niños”.
Por su lado, Roderick Dwayne Randall, el padre del niño, de 45 años de edad se enfrenta a varias acusaciones.
Se le acusa de ser un delincuente en posesión de un arma de fuego. Además, se enfrenta a dos cargos de negligencia por guardar un arma de fuego a poca distancia de un menor con resultado de lesiones. Asimismo, se le acusa de manipular pruebas.
La policía lo detuvo y, posteriormente, puesto en libertad bajo fianza de 41.000 dólares, unos 38.900 euros.
Así, la tragedia ocurre en pleno debate acerca de la libertad y el derecho constitucional a portar armas y después de varios tiroteos masivos.
De hecho, el grupo de defensa Everytown for Gun Safety sostiene que en 2022 ha habido 126 tiroteos no intencionados de niños en Estados Unidos. Provocaron 55 muertes y herido a 78 personas.
Por su lado, Joe Biden, presidente estadounidense, firmó el pasado sábado la Ley Bipartidista por unas Comunidades Más Seguras.
Se trata de la primera norma desde hace 30 años que limita los requisitos para tener un arma de fuego, aunque lo hace muy someramente.
¡Hasta cuando va a haber armas al alcance de los niños!