Continuamos encontrando consecuencias de la gran nevada, algunas terribles, como que una mujer tuvo que permanecer con el cadáver de su marido durante once horas atrapada por la nieve. Su vivienda quedó completamente aislada por el temporal de la borrasca Filomena.
Los servicios de emergencia no pudieron acceder al domicilio y los servicios funerarios tampoco. Ha sucedido en la madrileña localidad de Moraleja de Enmedio, revela ABC.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo. El marido de la mujer tenía 73 años y era un paciente oncológico. Murió por causas naturales.
Puesto que tanto el municipio como su vivienda estaban aislados por la nieve acumulada, los servicios de emergencia no pudieron acceder. En consecuencia, no pudieron llevarse el cadáver del marido.
Tanto ella como familiares suyos llamaron insistentemente a los servicios de emergencia y a los funerarios, pero las vías de acceso estaban cerradas. Según algunos testigos “nadie podía llegar, ni siquiera a certificar la defunción en algún tipo de vehículo más grande que pudiera pasar por la nieve”.
Apuntan que lo habitual es que los coches de las funerarias son bajos, lo que obstaculiza aún más la circulación en condiciones extremas.
Con todo, lo único que pudieron aconsejar a la mujer es que abriera las ventanas y apagara la calefacción para conservar el cuerpo.
Ayer, alrededor de las 15:00, un médico del centro de salud de la localidad pudo finalmente acudir a la vivienda para certificar el fallecimiento. Tuvo que esperar a que llegara al centro sanitario su relevo para evitar que se quedara sin atención médica.