Se trata de los de mayor aumento de gasto público desde 2010.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, registró ayer en el Congreso el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, unas cuentas expansivas que representan el mayor incremento de gasto público desde 2010, con el Plan E de José Luis Rodríguez Zapatero.
El Gobierno de Pedro Sánchez aumenta el gasto para dedicarlo a partidas sociales y enviar un guiño a Cataluña en un intento más de encauzar la situación con los independentistas. Las partidas de dependencia, vivienda e inversiones se incrementan en más de un 40%. Asimismo, se implementa un programa social, cuya estrella es un plan contra la pobreza infantil ayudas a las familias más necesitadas. El Estado gastará más de 345.350 millones de euros, es decir, un 5,3% más que en 2018.
La inestabilidad política y la tensión por la cuestión catalana ha obligado a retrasar la presentación de este proyecto que debía haberse traído al Congreso a finales del pasado septiembre.
La ministra de Hacienda trae estas cuentas sin los apoyos políticos suficientes para que sean aprobadas. Ni siquiera se tiene la garantía de que el principal socio del Gobierno, Unidos Podemos, dé su respaldo, después de haber éste detectado hasta 11 incumplimientos del acuerdo presupuestario suscrito en octubre entre el Ejecutivo y la formación morada. A ello se une la negociación con los secesionistas catalanes.
Con el fin de eliminar barreras, el Gobierno se ha comprometido a destinar el 18,2% de la inversión en infraestructuras en Cataluña. Así, se estaría más cerca de cumplir lo dispuesto en el Estatut, en el que se dice que Cataluña debe recibir una inversión equivalente a su peso en la economía nacional. Los Presupuestos establecen una inversión de el 16,8% del total, más de 2.051 millones de euros, a los que se añaden otros 200 millones por la sentencia del Tribunal Supremo sobre la disposición adicional tercera del Estatuto Autonomía de Cataluña. Con todo ello, la inversión en la región sube un 52%.
Cabe destacar que de estos presupuestos, la subida de las pensiones, las transferencias a las administraciones autonómicas, municipales y empresas públicas para financiarse, el aumento del sueldo de los funcionarios y los intereses de la deuda, se llevan buena parte de todas las Cuentas.
También es importante señalar que Hacienda ha elaborado estos Presupuestos con el objetivo de déficit del 1,3% del PIB, en lugar del 1,8% que había previsto y pactado con Bruselas, pero PP y Ciudadanos bloquearon en el Congreso la nueva senda de déficit. Para llevar a cabo el ajuste de unos 12.000 millones de euros en este año, se han previsto ingresos récords de en torno a los 227.350 millones de euros, lo que, de cumplirse, supondría un 9,5% más que en 2018.
La mejora del ciclo económico será el responsable de más o menos la mitad de este aumento. En principio, la economía seguirá creciendo, un 2,2%, y el aumento de los precios supondría una mejora de la recaudación. Además, las nuevas medidas tributarias, que supondrán 5.650 millones de euros, según las estimaciones de Hacienda.
La subida de algunos impuestos y la creación de otros nuevos contribuirán a ese récord de ingresos previstos. Sobresalen la subida del IRPF para los que ganen más de 140.000 euros y el Impuesto de Sociedades para las empresas que facturan más de 20 millones de euros. Esto solo afecta al 0,5% de los contribuyentes al 0,7% de las empresas.
Pero también se aprobarán dos nuevos impuestos. El que grava las actividades digitales, la conocida como tasa Google, y el de transacciones financieras, aplicable a la compraventa de acciones de grandes compañías.
El tercer elemento que contribuirá al espectacular incremento de ingresos se encuentra en el nuevo Sistema Inmediato de Información, SII, por el cual Hacienda podrá considerar 13 meses de ingresos del IVA, en este 2019, unos 5.000 millones más. no obstante, para ello la Comisión Europea debe permitir que se modifique el criterio de devengo en favor del de caja.