“Estamos cerca del desabastecimiento”, alertan los médicos, “en los hospitales con un volumen grande de pacientes”. Nos lo señalan varios facultativos que alertan de que, de seguir así el número de contagios, no habrá suficientes respiradores.
“Los respiradores son un problema también”, además de tener que empezarse a racionar los equipos de protección individual. En cuestión de días podrían acabarse. Y ello, cuando la previsión es que en la semana que viene el número de contagios alcance los 10.000.
Las unidades de cuidados intensivos se preparan para el desborde y que haya que extenderse a otras zonas de los hospitales. Ahí hay camas, pero no respiradores. “Es un problema de Madrid, de España y del resto del mundo: hay falta de existencias”, advierten.
La cuestión no es que no haya dinero ni voluntad, es que no hay a quién comprar. La gestión está centralizada en el Ministerio de Sanidad a través de Ingesa, que gestiona la prestación sanitaria en Ceuta y Melilla. También compra los medicamentos y productos sanitarios.
Sanidad ha iniciado el reparto de 410.000 mascarillas. 310.000 de ellas, en la Comunidad de Madrid. Hay otro medio millón de camino. Desde el departamento que dirige Salvador Illa afirman que “no va a haber desabastecimiento porque se van a hacer todas las compras necesarias”.
Sanidad ha permitido que una de las mayores distribuidoras de material recurra a otras industrias, como las plantas químicas o automovilísticas, para conseguir equipos de protección. Se ha pedido que todo el stock se derive a los centros sanitarios.
Ahora deberá evaluarse si esos materiales de protección pasan los controles de salud laboral y pueden utilizarse en hospitales. A su vez, se analiza la posibilidad de redistribuir equipos de protección desde las zonas menos afectadas a aquellas que tienen mayor afectación.
En cuanto a los respiradores, Dräger es uno de los tres mayores fabricantes de este instrumental empleado en los hospitales españoles. Un portavoz explicó que están “haciendo un esfuerzo extra, tanto material como humano, para poner a disposición de los pacientes la tecnología en el menor tiempo posible”. La compañía ha aumentado las líneas de producción para poder responder a la demanda.
España podría pedir ayuda a China, que ha ofrecido a Italia 1.000 respiradores, dos millones de mascarillas, 20.000 trajes y 50.000 bastoncillos para la prueba.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha señalado que saben “que todo el incremento de producción de equipos de protección que se hizo en China ya no es necesario allí”.
“Va a estar disponible probablemente en los próximos días para el resto del mundo”, añadió. Aun así, España deberá “gestionar con cuidado la parte que nos toca” por la “demanda exagerada por parte de todos los países”.