El “80% de las agresiones homófobas no” acaban con una denuncia ante un juzgado o una comisaría de Policía. Es lo que vuelve a poner de relieve Jon Ruiz de Infante, de Lumagorri, en una entrevista en Radio Euskadi, que recoge Diario Progresista.
“Sólo visibilizamos una muy pequeña parte” de la agresiones homófobas, explica. Es más, afirma, “más del 80% de esas agresiones no se detectan. Hay que ser conscientes de que en este campo queda muchísimo trabajo por hacer y cada sector de la sociedad tiene que hacer el suyo”.
Y eso que desde hace ya tres años se montó, desde los propios colectivos, una red de detección de agresiones. Aquello “cristalizó en IKUSGUNE, el Observatorio LGTBi+ de Gasteiz, y ahora estamos poniendo sobre la mesa la realidad”.
Los colectivos LGTBi han dicho ‘Basta’ a las agresiones homófobas
En esa línea, exige que las Administraciones “se tienen que poner mucho las pilas porque llevamos un retraso importante”. También reclama de la propia sociedad que entienda que “ya no estamos como antes y que ya no vamos a seguir soportando burlas, bromas, opresión…”.
“Hemos dicho ‘Basta’ y lo decimos alto y claro. El Día del Orgullo es para reivindicar eso, que estamos aquí y que queremos una sociedad que no nos oprima, que no nos margine y que tampoco nos agreda”, defendió.
Resulta sorprendente, comentaban, que a estas alturas todavía haya que seguir en la lucha y reivindicando la libertad a una identidad sexual propia. “Todavía hay que luchar y seguir luchando. Queda un largo camino para alcanzar esa igualdad y ese respeto que reivindicamos”, apuntó.
“Es cierto que se van conquistando algunas metas que nos habíamos marcado. En las últimas décadas, hemos avanzado en la situación. Pero siempre surgen nuevas metas que cumplir. Y no podemos olvidar que el objetivo que tenemos es cambiar este sistema jerárquico y de poder y hacer que todas las personas puedan vivir en esa igual real que queremos”, abundó
Entre las metas cumplidas, se ha pasado, comenta Ruiz de Infante, “de tener una legislación que iba en contra de las personas LGTBi a empezar a tener una que realmente reconoce y otorga derechos”.
Lograr leyes igualitarias no sirve de nada si no se ponen recursos para cumplirlas
Sin embargo, de nada sirven tener leyes “si luego no hay presupuesto para cumplirla, ni una sociedad que respalda esas leyes”, reivindica. “Es lo que está pasando en algunos sitios, que se están aprobando leyes, pero luego las administraciones no están poniendo los recursos”, señala.
Además, “una parte de la sociedad siempre va en contrapunto a ese avance. Es minoritario, cierto, pero el gran ruido mediático que lo envuelve nos hace creer que estamos en una sociedad que está volviendo hacia atrás”.
En ese sentido, el de Lumagorri explica que “el cuestionamiento siempre está ahí. Esas personas que van en contra de los derechos LGTB, no es que ahora haya más que antes, sino que ahora hay más altavoz. Todo está más en el debate público”.
“Cuando se aprobó el matrimonio igualitario, ya tuvimos una macromanifestación de la Iglesia, de destacados líderes políticos, etc”, añade.