“Mascarillas”, por Francisco Estepa Vílchez.

Cuando un gobernante, como lo es Juan Manuel Moreno Bonilla, Presidente de la Junta de Andalucía gracias a los apoyos de Ciudadanos y VOX, se crea su propio escudo presidencial y renuncia al Escudo de Andalucía, me hace pensar que no me equivocaba en la opinión que tengo de este señor. Con la cantidad de problemas que tienen los andaluces, parece que lo importante para él es tener tu propio escudo presidencial.

Es verdad que la situación de emergencia ha hecho que más de un pedido de mascarillas no cumpliese las especificaciones sanitarias, e incluso que estas llegasen a distribuirse entre trabajadores sanitarios en muchos lugares, pero si eso puede tener un cierto grado de comprensión y quiero pensar en la buena voluntad de quienes gestionaron las compras, lo que no tiene justificación desde mi punto de vista, en la frivolidad de comprar mascarillas con el nuevo logotipo que el PP y sus socios se han inventado para borrar toda señal del pasado socialista de la Junta de Andalucía. Parece un ejercicio de frivolidad, gastar dinero de todos los andaluces en satisfacer la necesidad de los nuevos inquilinos del Gobierno de Andalucía, de presumir de logotipo y parece que no tienen suficiente con gastarse el dinero público en diseñar el escudo presidencial del señor Bonilla, sino que además encargan mascarillas de diseño.

Pero es que además, se ha conocido la denuncia de “presiones” desde la dirección del Distrito Sanitario Jaén-Jaén Sur, sobre los trabajadores para que firmasen un documento que asegura que han tenido las medidas de protección adecuadas, cuando la realidad es bien distinta y así lo vienen denunciando desde hace semanas. Todo esto me lleva a considerar que la capacidad de gestionar la sanidad pública por parte de los nuevos gobernantes con el señor Moreno Bonilla a la cabeza, es muy deficitaria y que tanto los profesionales que están bajo su dirección, como la ciudadanía a la que se le debe de prestar atención sanitaria, nos encontramos en una situación precaria. El cúmulo de despropósitos, dimisiones y errores son inaceptables, y no entiendo como aún desde la justicia en Andalucía, nadie ha dado la voz de alarma.