Se confirmó el giro esperado en las elecciones municipales en Barcelona donde Ernest Maragall, candidato a la Alcaldía de la capital catalana por ERC, se ha impuesto a la alcaldesa Ada Colau, candidata de BComú, con una diferencia de apenas 4.600 votos y empatando con diez concejales y un ayuntamiento de 41. Maragall conquistó el 21,38% de los sufragios y Colau el 20,73%.
Ahora tocar evaluar las opciones y calcular las alianzas, toda vez que el PSC ha duplicado el número de concejales y de votos, ocho ediles y casi 137.000 papeletas, con el 18,43% de los sufragios, y con la firme convicción de evitar un consistorio independentista. El mismo objetivo de Manuel Valls, que, con el 13,21%, casi 98.000 votos y los seis concejales hace crecer en uno la representación de Ciudadanos.
Al otro lado, JxCat, con Joaquim Forn como cabeza de lista desde la cárcel, y Elsa Artadi como número dos, logra el 10,45% los votos y cinco concejales, un desplome de la mitad de su representación desde 2015. El PP pierde un concejal y se queda con dos, consiguiendo el 5,02% de los votos, al límite de lo requerido para entrar, y no logrando el objetivo de mantener tres ediles.
Finalmente, la CUP, al frente de cuya lista iba Anna Saliente, se queda fuera al lograr sólo el 3,88% de los votos. Tampoco el independentista Jordi Graupera, que lideraba BCap-Primàries consigue representación con el 3,71% de los apoyos, ni Vox, que obtuvo el 1,16%.
Según la normativa electoral municipal, será alcalde el candidato más votado, incluso no consiguiendo la mayoría en el pleno. En consecuencia, a lo previsible es que Maragall será el nuevo alcalde de la Ciudad Condal, puesto que, además, es difícil que otro candidato o candidata logre los respaldos suficientes.