El presidente venezolano considera que hay un plan para atentar contra su vida.
Con la expresión de que nadie le tocará “ni un pelo”, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, este jueves noche, vertió acusaciones contra el Gobierno estadounidense de facilitar órdenes al Ejecutivo colombiano para asesinarle.
Maduro ha señalado que tras las acusaciones contra su país por estar dirigida con un carácter “dictatorial”, se esconde un plan urdido para acabar con su vida.
“Han dado la orden desde la Casa Blanca de matar a Maduro”, ha asegurado a lo largo del acto de clausura del Congreso Constituyente de la clase obrera, celebrado en Caracas. “Le han dado la tarea a la oligarquía colombiana (…) ni un pelo me van a tocar”, ha dicho.
Así, el mandatario venezolano, ha animado a sus seguidores a mantenerse expectantes y “sacar las garras” si el presunto atentado se materializa.
“La clase obrera debe sacar sus garras y salir a la calle a hacer justicia, justicia con todo el poder obrero revolucionario de nuestro país; y si lograran dar un zarpazo, cosa que dudo, la clase obrera debe declarar una huelga general indefinida y lanzar una insurrección nacional cívico-militar”, ha señalado.