Por los estudios que conozco sobre el tema, imagino que a la mayoría de las personas les gustaría estar en su domicilio el mayor tiempo posible, antes te verse en la necesidad de ir a vivir a una residencia. Yo al menos, espero poder vivir en mi casa mientras pueda. Esto nos lleva a la necesidad de disponer de un sistema de protección y apoyo a las personas mayores que prefieren vivir en su domicilio o que no pueden pagar el precio de una residencia. Un sistema que, desde mi punto de vista, en un Estado Social debería de ser mayoritariamente público para dar cobertura a toda la demanda, lo mismo que la sanidad o la educación.
Otro escenario es el de las residencias para personas mayores, que suponen una alternativa a quienes por diferentes motivos, ya no desean o no pueden seguir viviendo en su domicilio. A lo mejor me equivoco, pero tengo la sensación de que en España la red de residencias para personas mayores, funcionan con la sanidad en Estados Unidos… es decir, objetivamente es un negocio para empresas con ánimo de lucro y también para empresas del tercer sector, sin ánimo de lucro.
Después de tantos años de avances sociales, a lo mejor estoy equivocado, pero tengo la sensación de que en España no tenemos un sistema público de atención y protección a las personas mayores tan sólido y amplio, como el de la sanidad o la educación. A pesar de los esfuerzos de los miles de trabajadores y trabajadoras de estos servicios públicos o privados, nuestro país ve como están muriendo muchas personas mayores en residencias o en sus domicilios y muchos de ellos están muriendo solos, totalmente solos. Imagino que usted sentirá lo mismo que yo al pensar en esas personas mayores, sintiendo que van a morir y viendo algunas que su vida termina en total soledad. Se me parte el corazón.
Esta pandemia va a cambiar muchas cosas en el mundo y espero que una de ellas sea hacernos reflexionar sobre el sistema público de atención y protección a las personas mayores y la red de residencias. Para los “pragmáticos” les diré que si las grandes multinacionales invierten en este “negocio”, no será muy deficitario y genera muchos puestos de trabajo directos e indirectos en las industrias auxiliares. Seamos positivos y pensemos en el objetivo y en sus beneficios, para después dejar paso a los políticos y a los técnicos y que piensen el cómo se puede conseguir. Solamente deseo que alguien coja la bandera de los mayores y usted y yo podamos verlo algún día.