Con su abstención, Junts ha impedido la investidura de Pere Aragonès, candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, y se abre el plazo de dos meses para presentar a otro aspirante o que el Parlament se disuelva y se convoquen de nuevo elecciones.
A Aragonès le bastaba mayoría simple, más votos a favor que en contra, para alcanzar la Presidencia. Sin embargo, ha cosechado los mismos favorables que en la primera ronda.
Con 42 votos a favor por parte de ERC y la CUP, 32 abstenciones, de Junts, y 61 votos en contra, de PSC-Units, Vox, comuns, Ciudadanos y PP, el Parlament ha vuelto a rechazar la propuesta de Aragonès.
Ahora, antes de que se cumplan los dos meses desde la primera votación, es decir, hasta el 26 de mayo, republicanos y neoconvergentes tendrán plazo para desbloquear las negociaciones. Si no lo consiguen, y no hay candidato alternativo, se repetirán los comicios.
Hasta el momento, esto no ha sucedido nunca porque aspirante alguno no obtuviera los respaldos necesarios. Sólo ocurrió al ser inhabilitado Quim Torra, ex presidente de la Generalitat, y porque no hubo candidato.
Asimismo, no hay precedentes de que un candidato haya repetido en un intento de investidura, por lo que se prevé que Aragonès tampoco lo hará.
En opinión del candidato republicano no había “motivos de peso que justifiquen alargar la formación del Govern”. Así se lo ha trasladado a Junts en su discurso.
Aseguró que “lo que podemos hacer hoy, no tenemos que esperar dos meses a hacerlo. Ni dos meses ni dos semanas ni dos días. Porque nos va la credibilidad del proyecto que compartimos, pero, sobre todo, por responsabilidad con una ciudadanía que está agotada”.
Así, Aragonès se reafirmó en el programa que ya había presentado antes de la primera votación. De hecho, dijo que las diferencias no son acerca de las políticas del nuevo Govern, sino acerca de la estrategia hacia la independencia.