El juicio por el asesinato de Floyd mantiene en vilo a Estados Unidos

El juicio por el asesinato de Floyd mantiene en vilo a Estados Unidos

Segunda sesión del juicio contra Derek Chauvin, el policía acusado del asesinato de Floyd por asfixia el 25 de mayo en Minneapolis. Continuó su declaración Donald Williams, un testigo que llamó al 911 porque vio que el acusado estaba matando al hombre afroamericano.

Había comenzado en la jornada anterior. El día de los hechos avisó de que un agente “estaba intentando matar a un ciudadano”. De hecho, aseguró que Chauvin reajustó en varias ocasiones su postura sobre el cuello de George Floyd.

Además de reconocer que insultó a los tres ex policías, dijo que sintió “que estaba en peligro”.

Otra testigo, la bombero Genevieve Hansen, señaló que el hombre afroamericano pidió varias veces que le tomaran el pulso, a lo que Chauvin se negó.

La bombero afirmó que “estaba desesperada por ayudar”. En el momento de los hechos estaba fuera de servicio, pero intentó ayudar, aunque otro de los ex policías le impidió acceder al lugar.

“No se estaba moviendo y estaba esposado, y tres hombres adultos poniendo todo su peso sobre alguien es demasiado”, sostuvo. Hansen se negó en reiteradas ocasiones a responder al abogado de Chauvin, Eric Nelson, a quien la bombero llegó a poner en cuestión.

“No sé si alguna vez has visto a alguien morir frente a ti, pero es muy perturbador”, le dijo. Su postura le valió la amonestación del juez Peter Cahill. Hoy continuará su testifical.

Por otra parte, Darnella Frazier, una joven menor de edad, que grabó el asesinato de Floyd, también prestó declaración como testigo.

“Han sido noches en las que me quedé despierta disculpándome y disculpándome con George Floyd por no hacer más y no interactuar físicamente y no salvarle la vida”, destacó.

Hizo hincapié en que cuando mira “a George Floyd, miro a mi papá, miro a mis hermanos, miro a mis primos, a mis tíos, porque todos son negros”. Vio, dijo, al hombre “aterrorizado, asustado, suplicando por su vida”.

Visiblemente emocionada, dijo haberse sentido “en peligro” por cómo reaccionaba el acusado del asesinato de Floyd frente los transeúntes.

Judeah Reynolds, primo de Frazier, de nueve años, quien también presenció la detención, señaló que se sintió “triste y un poco enfadado”. “Sentía como si (el hombre asesinado) estuviera dejando de respirar”.

Hasta seis testigos prestaron declaración en esta segunda sesión del juicio, coincidiendo todos en el miedo y el horror de lo sucedido. Hoy continuarán las declaraciones.

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