“Me voy para no permitir que el ruido de esta jauría parte al proyecto de Sánchez”, ha dicho el ya ex ministro de Cultura.
En la tarde de ayer, Màxim Huerta presento su dimisión como ministro de Cultura después de conocerse que defraudó a Hacienda algo más de 256.000 euros. “Este asunto no es como ministro. Fue como Màxim Huerta y me pasó como a tantos periodistas y creadores ante un cambio de criterio de Hacienda, hice los pagos correspondientes y se acabó. No hubo mala fe, no oculté nada. Estoy al corriente de mis obligaciones fiscales”, explicaba Huerta en la mañana de ayer.
“No tengo ninguna duda moral, no tengo ningún conflicto moral ya que no hay en mí ningún asunto fiscal negativo, todo está regularizado”, aseguró entonces. Magdalena Valero, ministra de trabajo, defendió a su ya ex compañero de Consejo de Ministros: “Cumplió con sus obligaciones fiscales. El caso del ministro de Cultura se resolvió hace ya muchos años”, dijo. “El artículo 24 de la Constitución establece la tutela judicial efectiva y, si hay una persona que no está de acuerdo, es legítimo que lo pueda recurrir. Aquello se resolvió y el pagó”, aseguró en una conferencia de prensa.
Ya en el anuncio de su dimisión, el ex ministro de Cultura señaló que “vivimos en una sociedad ahogada por el ruido, por la descalificación, donde las explicaciones no tienen cabida. No importa que no haya cometido fraude fiscal, importa el bombardeo contra mí”. “Lo que se busca es minar el proyecto de regeneración y transparencia del presidente Sánchez, y no voy a permitirlo, porque corren nuevos tiempos”, criticó. “Los inocentes prefieren irse antes de que cualquier sombra de sospecha le salpique”, sentenció. “Me voy para no permitir que el ruido de esta jauría parta el proyecto de Sánchez, que hay Lucio nado a tantas personas”, zanjó con esa calificación de jauría a las informaciones, comentarios y descalificaciones que han aparecido en los medios de comunicación y en redes sociales.
Cambio de criterio de Hacienda
“La cultura y la transparencia”, continuó, “son las cosas en que más creo. Soy absolutamente inocente. Estoy al corriente de mis pagos con Hacienda. Aconsejado por mis asesores, como tantos periodistas, creadores, como tanta gente, facturé entre 2006 y 2008, como era lo común en la profesión, a través de una empresa, y no era ilegal en ese momento”. Y siguió explicando en una clara asunción de responsabilidad y transparencia: “Se llegó a decir que aquellas inspecciones retrospectivas eran una caza de brujas de aquel Gobierno. Hoy da igual. Pagué al fisco, cuando estaba convencido de mi inocencia. Decidí poner un recurso. La multa no es el resultado de que Hacienda me ha llevado a la justicia. Es una multa porque perdí una demanda”, detalló.
Tan solo hora y media después de su dimisión, se anunció que José Guirao será el sustituto de Huerta, un gestor cultural, especializado en museos, con una dilatada experiencia en el mundo de la cultura y del arte. fue director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía entre 1994 y 2001 y, entre 2002 y 2014, dirigió La Casa Encendida.