Cuarentena de cinco días en Italia para todos los viajeros que entren al país, incluso si proceden de algún Estado miembro de la Unión Europea. Así lo ha decretado el Gobierno de Mario Draghi después de recibir duras críticas porque los ciudadanos comunitarios pudieran entrar en Italia libremente.
En cambio, el país transalpino continúa con duras restricciones de movilidad entre las diferentes regiones para evitar contagios de coronavirus.
De este modo, el Ejecutivo de Draghi responde a las recriminaciones por las durísimas limitaciones de los ciudadanos propios del país. Roberto Speranza, ministro de Sanidad, ha firmado una nueva orden que obliga a todo viajero que llegue a Italia a guardar una cuarentena de cinco días.
Tras ella, deberán someterse a una prueba diagnóstica para determinar si son portadores del virus y pueden contagiar. La medida ya se impuso para los viajeros que no procedían de países del bloque comunitario. Ahora seguirán los mismos criterios que cualquier extracomunitario.
Italia acumula más de 3,5 millones de casos positivos de coronavirus y casi 109.000 personas han perdido la vida víctimas de la enfermedad. Además, el país transalpino vienen viviendo en las últimas semanas un importante repunte de contagios. En alguna jornada han llegado a superar los 20.000 positivos diagnosticados.
Por otra parte, Draghi recibió ayer la primera dosis de la vacuna, siguiendo el protocolo establecido por las autoridades de Lazio. Éste fija distintos grupos según la edad, riesgo y profesión y el primer ministro tiene 73 años.