Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, ha ordenado al Ejército israelí prepararse para atacar Rafá, al sur de la Franja de Gaza.
Un enclave donde se refugian 1,3 millones de palestinos obligados a trasladarse huyendo de las bombas de Israel en el norte, en el marco de la respuesta israelí a los atentados de Hamás del 7 de octubre.
Además, es el paso a Egipto y por donde estaba entrando ayuda humanitaria.
Para ataque en Rafá, dice Netanyahu, ha dado instrucciones para que se evacue la ciudad. “Es imposible alcanzar el objetivo de guerra de eliminar a Hamás y, al mismo tiempo, dejar cuatro batallones de Hamás en Rafá”, ha justificado.
“Está claro que una operación masiva en Rafá necesita de la evacuación de la población civil de las zonas de combate”, ha dicho.
Según el comunicado del primer ministro, ha ordenado al Ejército y al estamento de seguridad que presenten al gabinete de guerra un plan combinado para evacuar a la población y la destrucción de estos batallones”.
Mientras, la Presidencia de la Autoridad Palestina ha señalado en otro comunicado que la amenaza es “real” y un “peligroso preludio”.
Entretanto, también la ONU alerta de las consecuencias. Calcula que la mitad de los habitantes de Gaza se encuentran en la ciudad de Rafá.
Asimismo, señala que la población de este enclave se ha multiplicado por cinco, “con familias apiñadas en refugios y durmiendo a la intemperie”.
Naciones Unidas ya avisó sobre Rafá
De hecho, ya lo denunció en su momento Martin Griffiths, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios.
Al mismo tiempo, UNICEF advierte de que una ofensiva contra Rafá sería “otro giro devastador” en el conflicto. Un ataque que hasta los aliados más incondicionales de Netanyahu, como Estados Unidos, se oponen.
En ese sentido, John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, avisa de que una operación en ese enclave sería “un desastre”.
Según ha declarado, “más de un millón de palestinos están refugiados en Rafá y sus alrededores. Ahí es a donde se les ha dicho que tienen que ir, por lo que hay muchos desplazados”.
“El Ejército israelí tiene la obligación especial, cuando lleva a cabo operaciones, de asegurarse de tener en cuenta la protección de civiles inocentes, en particular los que fueron arrojados al sur por las operaciones más al norte”, señaló.
“Si no se tiene plenamente en cuenta la protección de los civiles a esa escala en Gaza, las operaciones militares en este momento serían un desastre para esas personas”, sostuvo. “No es algo que apoyemos”, zanjó.