¿Hay tiempo para aprobar la amnistía antes de la investidura?

Carles Puigdemont, líder de Junts, exige que, para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, se haya aprobado una Ley de Amnistía antes de la investidura. Pero, ¿hay tiempo para ello?

La mayoría de los juristas coinciden en que no hay plazo suficiente para ello. La fecha límite para que Sánchez consiga la confianza del Congreso, con los necesarios votos de los neoconvergentes, es el 27 de noviembre.

Por tanto, los plazos son muy ajustados para completar los procedimientos, además de la negativa, casi segura, del PP en el Senado.

El PSOE no ha fijado aún una posición ni concreta en qué consistiría un acuerdo acerca de la amnistía, pese a las negociaciones en marcha.

Un extremo sobre el que el propio presidente del Gobierno en funciones habló expresamente el pasado viernes, después de 77 días de silencio.

Asimismo, los socialistas adoptarán dicha posición cuando termine la ronda de contactos con los grupos parlamentarios.

Estos contactos se prolongarán durante esta semana, de modo que, hasta entonces no se sabrá la posición del PSOE.

En consecuencia, quedarán tan solo seis semanas, apurando el límite, aunque los socialistas quieren un Gobierno “cuanto antes”.

Así, la posibilidad de que el trámite parlamentario para ello se complete antes de la investidura es casi nula.

Sin embargo, existe la opción de que se registre una ley de amnistía y que la Mesa de la Cámara Baja apruebe que se debata.

PSOE, PP y Vox votaron contra la amnistía en 2021

Cabe recordar que en 2021 la iniciativa de ERC, Junts, CUP y PDeCat en ese mismo sentido no obtuvo el respaldo del órgano de gobierno del Congreso. Entonces, PSOE, PP y Vox se opusieron.

Por tanto, si viera luz verde ahora, supondría un evidente giro por la parte socialista.

Con todo, yendo al límite de los plazos, habría tiempo para debatirla, pero quedaría por delante todo el trámite parlamentario. Entre ellos, que la aprobara el Senado, algo más que improbable por la mayoría absoluta popular en la Cámara Alta.

Pese a que no impediría que saliera adelante, sí la retrasaría porque puede pedir informes y negarse a dar luz verde. Por tanto, volvería al Congreso, que la validaría una semana después.

Ante ese escenario, la opción más probable es que se pueda aprobar, pero una vez que Sánchez sea investido presidente. Eso, o nuevas elecciones el 14 de enero.