La violencia entre niños y niñas y adolescentes incluye comportamientos como el acoso, el ciberacoso, la violencia emocional, física y sexual.
Todos ellos pueden aparecer en cualquier espacio de encuentro, pero son más frecuentes en la escuela. Además, en los momentos de ocio y socialización y en ámbitos virtuales como internet o las redes sociales.
Crear en casa un clima de confianza que favorezca el diálogo y la comunicación es alguna de las claves que destaca la guía.
También, reforzar la autoestima de hijos e hijas, dar ejemplo con nuestros comportamientos como adultos y estar atentos a cambios de humor o de actitud.
Son algunos de los puntos fundamentales a la hora de implicar a las familias en la prevención de cualquier tipo de violencia.
En caso de encontrar indicios de que los menores puedan ser objeto de violencia entre niños y niñas, el documento aconseja no restarle importancia.
Tampoco, invalidar sus opiniones o emociones, sino acompañarles en todo momento a la hora de abordar el problema. Asimismo, recordarles que nunca se debe responder a una agresión con otra agresión.
Para promover la participación y el protagonismo de niños y niñas, la guía se ha elaborado partiendo de las propias opiniones de chicos y chicas.
Ellos, entre otros aspectos, demandan espacios seguros en los que poder expresarse libremente sin sentirse juzgados.
Reclaman asignaturas específicas como Ética o Ciudadanía. Consideran, además, que quienes son considerados “diferentes” por su etnia, religión u orientación sexual corren mayor riesgo de sufrir este tipo de agresiones.
En este sentido, también a partir de sus propias observaciones, algunas de las recomendaciones que la guía de Aldeas Infantiles ofrece son no quedarse en silencio.
Igualmente, compartir lo ocurrido con padres, madres, profesorado u otras personas adultas de confianza.
Además, si son testigos de algún caso, no apoyarlo ni participar de ninguna manera, informar de lo ocurrido y ofrecer apoyo a la víctima.