Con la instalación de sus primeras plantas fotovoltaicas en Portugal, Iberdrola avanza en su estrategia inversora en la Península Ibérica.
Se trata de cuatro plantas con capacidad instalada de más de 86 MWy se ubican en el distrito de Setúbal, al sur de Lisboa. En concreto son: Algeruz II (27,35 MW), Conde (13,51 MW), Alcochete I (32,89 MW) y AlcocheteII (12,72 MW).
Los proyectos se encuentran en construcción y dos de ellos, las plantas fotovoltaicas de Alcochete I y II, contarán con tecnología bifacial. La tecnología bifacial consigue una mayor eficiencia en la planta, ya que cuenta con dos superficies sensibles a la luz.
Es decir, se produce electricidad desde ambos lados del panel, debido a que tiene una lámina transparente en lugar de materiales opacos.
Un sistema de seguidores permite el movimiento de los módulos en función de la trayectoria del sol.
Se maximiza, así, la captación de energía, alargando, además, la vida útil de la planta al sufrir una menor degradación. A su vez, las células solares bifaciales reducen el coste medio de la electricidad en un 16%.
Durante las obras de construcción, que se prevé que se prolonguen durante este año, se crearán 500 puestos de trabajo en periodos de actividad punta.
Una vez operativas, podrán generar suficiente energía limpia para abastecer a más de 48.000 familias. Se evita, de este modo, la emisión a la atmósfera de 56.000 toneladas de CO2 al año.
No solo fotovoltaicas
Por otro lado, en Portugal, Iberdrola da servicio a una cartera comercial de más de 870.000 puntos de suministro. Cuenta con 92 MW eólicos en operación y está poniendo en marcha la gigabatería del Támega.
Éste es uno de los grandes proyectos de bombeo de Europa, de 1.158 MW. El complejo comprende tres embalses (Gouvães, Daivões y Alto Támega) y tres centrales hidroeléctricas, que irán entrando en funcionamiento progresivamente hasta 2024.
De hecho, la compañía acaba de conectar a la red el primer grupo del aprovechamiento hidroeléctrico del Támega, una turbina de bombeo de 220 MW.
Así, será capaz de producir 1.766 GWh al año. Es lo suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de los municipios vecinos y de las ciudades de Braga y Guimarães (440.000 hogares).
Además, esta gran infraestructura renovable tendrá capacidad de almacenamiento suficiente para dar servicio a dos millones de hogares portugueses durante un día entero.
Asimismo, contribuirá a los objetivos de descarbonización e independencia energética fijados por el Gobierno de Portugal.