Se preveía que, una vez que la jugadora de la selección femenina de fútbol Jenni Hermoso denunciara a Luis Rubiales, la Fiscalía de la Audiencia Nacional (AN) se querellaría contra él.
Así, el Ministerio Público atribuye al ahora suspendido por la FIFA presidente federativo dos delitos, uno de agresión sexual y otro de coacciones.
De este modo, la teniente fiscal de la AN, Marta Durántez, pide al juez que tome declaración a Rubiales en condición de investigado. Igualmente, a Hermoso como víctima.
En concreto, la querella se refiere “al beso en la boca mientras agarraba con las dos manos la cabeza […] sin consentimiento de ella”.
Además, acusa al suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de ejercer sobre la jugadora y su entorno una “presión constante y reiterada”.
También, parte del entorno de Rubiales habría presionado para que “públicamente, justificara y aprobara el acto cometido contra su voluntad”.
Por tanto, denuncia, la jugadora sufrió “una situación de hostigamiento en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente”.
A su vez, recuerda que Hermoso compareció para formalizar la denuncia ante la Fiscalía el pasado 5 de setiembre.
Al mismo tiempo, aclara que, puesto que el delito se habría cometido fuera de España, la competencia corresponde a la Audiencia Nacional.
Así las cosas, la querella de la Fiscalía llega una semana después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) haya considerado el hecho como una falta “grave”.
Una consideración que no satisface las pretensiones del Consejo Superior de Deportes (CSD) que pedía que se considerara “muy grave”.
La principal diferencia entre ambas calificaciones es que, con la del TAD, se podría inhabilitar a Rubiales un máximo de dos años. Además, el CSD no puede suspenderlo por su parte.
Por eso, nada conocerse el fallo, el máximo organismo del deporte en España instó al TAD a “suspender provisionalmente a Rubiales”.