¿Están los saudíes detrás de las tecnológicas?

¿Están los saudíes detrás de las tecnológicas?

Muchas bigtech están financiadas con petrodólares saudíes.
Altos directivos de grandes tecnológicas y multinacionales que iban a estar presentes en la Conferencia Internacional de Inversiones de Arabia Saudí han ido declinando su asistencia al evento a causa de la crisis diplomática generada tras el asesinato del periodista crítico con el régimen saudí, Jamal Khashoggi, informa bolsamania.com. La implicación del reino wahabí en el crimen parece cada vez más evidente.

Así las cosas, JP Morgan Chase, Blackstone, Uber y Google fueron de las primeras en desistir en su participación. El príncipe heredero Mohamed bin Salmán iba a presentar en el Davos del desierto su nuevo proyecto económico renovador y, ante tantas disidencias, se vio obligado a intervenir en la tribuna del foro y calificar el asesinato de caso aquí como un “crimen odioso”.

Grandes empresas tecnológicas eligieron no ensuciar su imagen y no asistieron al evento, a pesar de que grandes proyectos suyos dependen de las millonarias inversiones de Arabia Saudí. A medida que vaya enfriándose el asunto, quedará todo como un mero desplante.

El hecho es que, hasta ahora, ninguna de las bigtech que reciben petrodólares en sus proyectos ha decidido cancelar su colaboración con el Reino del Desierto, algo que choca con la imagen que pretenden proyectar de ser compañías cosmopolitas, modernas y amables con sus empleados, contradictorio con el absolutismo de la monarquía wahabí.

Google es una de esas tecnológicas que no tienen problemas en recibir con los brazos abiertos las inversiones millonarias de Bin Salmán, a pesar de que Diane Greene, miembro de la Junta Directiva, fue una de las que primero se descabalgó de la conferencia, y nada parece indicar que se haya cancelado el acuerdo alcanzado con Aramco, empresa estatal saudí, para desarrollar servicios en la nube y otras oportunidades.

Elon Musk, ex presidente de Tesla, publicó un tweet en el que anunciaba la intención de sacar a bolsa a la compañía gracias a una financiación, no demostrada, del fondo soberano saudí, por lo que fue acusado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos de haber actuado de manera fraudulenta y se vio obligado a dimitir. El dinero del reino wahabí no llegó a Tesla, pero sí a Lucid Motors.

Pero no solo California, y Estados Unidos, reciben ingentes cantidades de petrodólares de Arabia Saudí. El gran beneficiario se encuentra en Tokio. Softbank, empresa de telecomunicaciones e Internet japonesa, seguirá como un aliado del príncipe heredero, a pesar de que Masayoshi Son, su director ejecutivo, fuera el último en declinar su asistencia a la conferencia en el país de Oriente Medio.

La división de Softbank Vision Fund, el mayor fondo de inversión en empresas tecnológicas del mundo, cuenta con casi la mitad de una inversión de 100.000 millones de dólares procedentes del propio príncipe heredero, aportando 45.000 millones de dólares.

A principios de 2018 compró el 15% de Uber, convirtiéndose en su principal accionista. Dara Khosrowshahi, su director ejecutivo, tampoco acudió a Riad. En India participa en la compañía Ola, en Singapur, en Grab, y en China, en Didi Chuxing.

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