Se intensifica el operativo con la esperanza de hallarlo con vida.
El pequeño de dos años Julen cayó este domingo a un pozo en las afueras de la localidad malagueña de Totalán. Aún se mantiene la esperanza de hallarlo con vida y, de ahí, que se haya intensificado el dispositivo, aunque al cierre de estas líneas no se haya culminado con éxito el rescate.
De entre 20 y 25 cm de ancho y unos 100 metros de profundidad es el lugar por el que se precipitó al menor. El equipo de rescate barajaba varias opciones. Una de ellas, en la que se está trabajando intensamente, es construir dos túneles, uno horizontal desde la ladera, mediante una pequeña tuneladora, aprovechando la pendiente para acercarse hasta el lugar donde se cree que se encuentra el pequeño, aunque con un margen de error de en torno a un metro. El segundo túnel, precisamente por esta circunstancia, se trazaría en vertical y en paralelo al pozo, y con suficiente amplitud, un metro y medio aproximadamente, de forma que se permitirá el acceso de los rescatadores.
Una vez que la mayor parte de los dos túneles esté acabada, la Brigada de Salvamento Minero, que ha llegado procedente del Principado de Asturias en un vuelo fletado por el Ministerio de Defensa, llevará a cabo manualmente el último tramo de los túneles “para evitar desprendimientos en el pozo donde pensamos que está Julen”, explican desde la Guardia Civil.
Al centenar de personas de diferentes organismos públicos del operativo de rescate que dirige el Instituto Armando, se han sumado especialistas del Colegio Profesional de Ingenieros de Málaga y una decena de empresas privadas del sector de la ingeniería. También se cuenta con el gabinete técnico de la firma sueca Stockholm Precision Tools AB, cuyo trabajo se centrará en la geolocalización. En todo momento se trabaja con la hipótesis de que aún se encuentra con vida y que está en el fondo del pozo.