A pesar de las críticas de la Comisión Europea.
Ayer, el Parlamento húngaro aprobó un paquete de leyes que plantea penas de cárcel para los individuos o grupos que ayuden a solicitar asilo a inmigrantes que no tienen derecho a protección. También a aquellos que faciliten que extranjeros indocumentados se queden en el país magiar.
Conocida como Stop Soros, por las consecuencias que tendrá para las actividades patrocinadas por el empresario George Soros, ha recibido numerosas y duras críticas por las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y por la Comisión Europea.
Para a probar estas medidas, el partido Fidesz que lidera Viktor Orban, primer ministro de Hungría, se ha servido de la mayoría de dos tercios que tiene en el Parlamento desde abril. También ha aprobado una enmienda constitucional para que la “población extranjera” no pueda ser reubicada en Hungría.
Orban y su partido han desoído las críticas del Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, ni han esperado al dictamen de la Comisión de Venecia, que previsiblemente publicar en los próximos días.
Sandor Pinter, ministro del Interior, justifica las nuevas leyes diciendo que “el pueblo húngaro expresa legítimamente que el Gobierno use todos los medios necesarios para combatir la inmigración ilegal y las actividades que contribuyan a ella”. “Queremos utilizar las leyes para impedir que un día se convierta en un país de inmigrantes”, agregó.
En un país de apenas diez millones de habitantes, en abril residían en Hungría, según las estadísticas oficiales, 3.555 refugiados y, en los primeros cuatro meses de 2018, se presentaron los 342 solicitudes de asilo.
El Parlamento de Hungría aprueba una ley xenófoba contra los que ayudan a los inmigrantes

Deben ser expulsados de Europa o el resto de paises se convierten en cómplices.