Cristina Cifuentes ha sido incapaz de dar explicaciones convincentes a los ciudadanos. No porque tenga dificultades de comunicación. Ni siquiera sólo porque no pueda justificarse. No puede dar explicaciones porque ha faltado a la verdad.
Y faltar a la verdad en política es una de las razones por las que conviene irse. La maraña de acusaciones en la Rey Juan Carlos coloca a la presidenta saliente en el peor lugar posible. Si no hubo defensa del Trabajo Fin de Máster estamos ante una responsable política que mintió.
Ya no le quedan horas a Cristina Cifuentes para dar explicaciones. Todo el peso de la verdad le está cayendo sobre su propia cabeza. Lo que se debe hacer en estos casos es reconocer el fallo, la ausencia o la falta.
Mentir en sede parlamentaria es muy duro. Difícil para quien escucha. Insensato para quien lo hace. Irresponsable de cara a los ciudadanos. Sí, esos peatones a los que les cuesta pagarse un curso, una carrera o un máster.
Editorial “Explicaciones”
Nunca van a reconocer sus errores, ya sabemos como se las juegan.
Y nunca van a reconocer lo que han echo, incluso cogiéndola con las manos en la masa; valiente está raza de dirigentes de este País, donde todo lo hacen por amor, en black, en B, donde se acuesta una noche y a la mañana siguiente se encuentran un jaguar en la cochera, donde algunos les salen rana,donde se compran voluntad con bolsos, trajes, y vaya usted a saber que más, estos españoles de boquillas , que sólo hacen negocio con España, que ya estamos el resto para levantarla con nuestra sangre…
Se creen los dueños del cortijo, no saben rectificar, eso es de sabios