Según el avance de datos de Contabilidad Nacional publicados este viernes, la economía española creció en el tercer trimestre un 0,3%.
Es una décima menos en el de abril a junio, además de moderar su tasa interanual dos décimas. Así, pasa del 2% del trimestre anterior al 1,8% en el tercero debido a la menor aportación de la demanda interna.
De este modo, la economía española avanzó gracias al impulso del consumo, mientras que la inversión, las exportaciones e importaciones se contrajeron.
Para el Ministerio de Asunto Económicos, el repunte del PIB es un “dato muy notable en un contexto de elevada incertidumbre internacional”.
En un comunicado señala que el dato “confirma el crecimiento diferencial de la economía española respecto a los principales países de la zona euro”.
Asimismo, “está en línea con las previsiones macroeconómicas incluidas en el Plan Presupuestario” que el Gobierno envió a Bruselas.
A su vez, destaca la contribución del consumo privado, impulsado “por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo”. Por tanto, el crecimiento del PIB “se apoya en la pujanza de la demanda nacional”.
Las familias, las que más contribuyeron a la economía española
Concretamente, los hogares contribuyeron al avance de la economía española con un 1,4% en este tercer trimestre.
Son cinco décimas más que en los anteriores tres meses y su mayor incremento trimestral desde el verano del año pasado.
Al mismo tiempo, el gasto público se desaceleró, un 1%, dejando su avance de julio a setiembre en el 0,6%.
Por su lado, la inversión se frenó, descendiendo un 0,4%, mientras que en el trimestre previo el avance fue del 1,9%.
A esa contracción contribuyó especialmente la inversión en vivienda, un 2,2%, cuando en los tres meses anteriores creció un 3,5%.
En cambio, la demanda nacional evolucionó en positivo, lo que contrasta con la contracción de la exterior.
De este modo, las exportaciones cayeron un 4% trimestral, mientras que las importaciones también se contrajeron, un 3,1%.
Según los sectores, los servicios son el único sector que creció, aumentando su valor añadido bruto (VAB) un 0,9% respecto al segundo trimestre.
Sin embargo, la agricultura, la industria y la construcción retrocedieron un 3,4% y un 0,6%, respectivamente, los dos últimos la misma tasa.
Para terminar, el PIB a precios corrientes se elevó a su cifra más alta de la serie histórica con 364.625 millones de euros.
Es decir, 2.447 millones más que entre abril y junio. Hablando en términos interanuales el crecimiento del PIB a precios corrientes fue del 8,1%, un 0,6% menos que en el trimestre anterior.