En Génova sospechan que cuatro ex dirigentes del PP tienen cuentas en Suiza y que quien conoce sus nombres es Luis Bárcenas, su ex tesorero. Éste podría abrir la caja de Pandora el juicio que comenzó el pasado lunes por la reforma de la sede del partido y si se financió con dinero de una caja B.
En todas las causas abiertas contra los populares hay nombres comunes, pero sólo algunos se han conocido.
Todo parte de los dirigentes del PP en la transición de José María Aznar a Mariano Rajoy. Es en esa estructura en la que se cree que Bárcenas protege a varios ex altos mandos que también tendrían dinero en suiza bajo un nombre ficticio.
El ex tesorero podría tener en su poder documentación que demuestra quienes son, pero lo utilizará sólo si le interesa.
En la cúpula del partido señalan cuatro posibles nombres que habrían estado en el nivel en el que despachaba habitualmente Bárcenas.
Así, el también ex senador popular estaría utilizándolos para que respalden su estrategia. Aunque a Bárcenas el único dinero que le importa es el suyo, todos tienen algo común que proteger.
Por ahora, su objetivo no se encuentra en ellos, sino en María Dolores de Cospedal. La ex secretaria general del PP no está entre los nombres que podrían tener dinero fuera de España, pero sí le salpicaría la operación Kitchen.
Esa estructura habría estado funcionando durante décadas, implicando no sólo a Bárcenas, sino al aparato de confianza de todos los que le rodeaban.
Las sospechas se centran en tres nombres vinculados a la transición del ‘aznarismo’ al ‘marianismo’. De hecho, uno de ellos todavía mantendría poder orgánico.
Después de que haya comenzado el juicio este pasado lunes, algunos dirigentes del PP consideran que la estrategia de Génova no es la más adecuada.
Piensan que seguir la de la etapa anterior, consistente en negar la evidencia y desmentir hechos que terminaban confirmándose ciertos, es un mal camino.
Por ejemplo, al negar los contactos con el entorno de Bárcenas. De hecho, entienden que, si se cae en contradicciones, se perderá todo el crédito en su intento de romper con el pasado. Así opinan algunos dirigentes territoriales.
Avisan de que, si hubo contactos, la actual directiva debe rendir cuentas de ellos al Comité Ejecutivo, si es que los autorizó. Si no lo hizo, llevarlo al Comité de Derechos y Garantías y que se purguen responsabilidades.