El cura de Valdepeñas abronca a los feligreses por tacaños

El cura de Valdepeñas abronca a los feligreses por tacaños

Los internautas no han sabido elegir cuál es la referencia audiovisual a la que más se aproxima la ya viral Santa Misa del mes pasado de la Parroquia del Santo Cristo de Valdepeñas. ¿De Almodóvar? ¿De Berlanga tal vez?

Emilio Jesús Montes Romero se ha hecho viral en los últimos días en Twitter después de abroncar a los feligreses de la parroquia por tacaños. De hecho, se ha convertido en trending topic.

Con cierto deje insolente, el cura se molesta por la despreocupación de sus parroquianos con los gastos del recinto. Entonces contó que iban a inaugurar una obra, pero que nadie en Valdepeñas le había preguntado por lo que había costado.

Irónico espetó: “Es un tema tabú. Nadie me ha preguntado cuánto falta por pagar, pero se ve que eso no os importa”, aseguró.

El párroco explicó que la obra había costado 1.100.000 euros y desgranó de dónde habían sacado el dinero. “La parroquia ha puesto 600.000, 325.000 el ministerio de Fomento, 170.000 el Ayuntamiento y 50.000 euros Iberdrola”, precisó.

Aún quedan por pagar 24.000 euros de la obra de esa parroquia de Valdepeñas

Y continuó con su relato. “¿Cuánto falta por pagar? 80.000 euros y 60.000 de ellos es un préstamo que tendremos hasta 2033, pagando 300 euros al mes. Faltarían de entre 20.000 y 24.000 que tendremos que juntar este año”, añadió.

Montes detalló que se ha pagado gracias a las suscripciones bancarias que tiene la gente: “Aportan 10, 15, 20, 30, 40, 50 euros. Lo que más dan es 50 euros y lo que menos, 6 euros. Hay mucha gente que ha sido siempre de la parroquia y desde que yo llegué hace 11 años solo dan seis euros”.

El cura de la iglesia manchega confesó que intenta hacerles “la trampa” a algunos feligreses, preguntándoles si son ellos los que le habían dicho que querían pasar la cuota de 6 a 10 euros. “Me hago el tonto”, reconoció.

Y finalizó contando el caso de un señor que lleva ocho años para darle el número de cuenta. “Me ha dicho 15 veces en ocho años que me lo traía y no me lo ha traído. El otro día, para la inauguración, me llamó para que le buscara un sitio. Cómo se puede tener la cara tan dura. La gente se piensa que somos tontos. Que yo me calle no quiere decir que yo sea tonto”, concluyó su sermón.

La reacción en las redes es la de la estupefacción, de descrédito ante un comportamiento tan pesetero del representante de una institución a la que se le presupone una filosofía más alejada de lo material.

Emilio Jesús Montes Romero es alguien con nombre, pues ya en algunas noticias se le tilda como alguien “peculiar”, con una irregular capacidad para despertar simpatía.

También han descubierto las redes que esa “peculiaridad” le ha llevado a inmortalizarse en uno de los frescos del templo, junto con el arquitecto de la obra.

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