Aprobado por el consejo de administración de El Corte Inglés el nuevo plan estratégico que implica el despido de 3.000 empleados. Lo había avanzado El Confidencial. Ayer se presentó a los sindicatos y representa la mayor reestructuración en la historia de la cadena de grandes almacenes.
A este plan voluntario de reorganización de la plantilla podrán acogerse los trabajadores con contrato fijo. No obstante, no se ha determinado aún la fórmula jurídica que se empleará.
Precisamente, al ser voluntario, podría ser mediante un plan de bajas incentivadas o prejubilaciones. También un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que sería el primero de su historia.
Con todo, sólo afectará a El Corte Inglés SA, que emplea a 63.000 trabajadores. Por tanto, se verían afectados como máximo el 5% del personal, al 3% si atendemos al total de la plantilla de 90.000 personas.
Este proyecto pretende transformar el grupo, muy impactado por la epidemia de coronavirus y las restricciones al comercio y al turismo. De hecho, en el último año ha tenido unas pérdidas de 500 millones de euros.
Pese a eso, ha intentado mantenerse a flote ante un escenario en el que ha aumentado el comercio online y se ha desplomado el presencial. Tal es así que la compañía ha tenido que cerrar centros, diversificado el negocio hacia múltiples canales y, por último, los despidos.
Desde la llegada de la epidemia y a consecuencia de las limitaciones al comercio y la movilidad, El Corte Inglés ha mantenido varios ERTEs. El primero de ellos, a finales de marzo del pasado año, afectando a 22.000 empleados.
A día de hoy, la compañía mantiene uno en Viajes El Corte Inglés, que no se ha incluido en el plan de ajuste, y en varios centros comerciales con restricciones o en zonas confinadas.
Ahora, el mayor empleador de España tiene que apretarse el cinturón y se ve obligado a despedir a miles de trabajadores.