Por parte de China, no existirá cooperación con empresas de Estados Unidos que estén involucradas en la venta de armamento a Taiwán. Este mensaje ha sido enviado por el Gobierno chino una vez que el Pentágono ha autorizado la venta de armas a la isla, un negocio valorado en 2.200 millones de dólares.
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Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, ha trasladado en una rueda de prensa que ni el Gobierno ni las empresas chinas van a cooperar con las empresas estadounidenses que formen parte de la venta de armas a Taiwán.
“El Gobierno y las empresas de China no cooperarán ni tendrán contactos comerciales con estas empresas de Estados Unidos”, ha afirmado el portavoz del departamento que dirige Wang Yi. “No puedo revelar los detalles en este momento pero crean esto; los chinos siempre cumplen su palabra”, ha señalado.
El periódico oficial Diario del Pueblo, el pasado domingo publicó un artículo en el cual se identificaban a las empresas de Estados Unidos que podrían ser sancionadas, entre ellas, Honeywell International, que fabrica los motores de los carros de combate Abrams, y el fabricante aeronáutico Gulfstream Aerospace, propiedad de General Dynamics. Tanto para Honeywell como para Gulfstream, China representa un mercado de gran importancia.
La autorización del Pentágono tuvo lugar la pasada semana, la cual contenía venta de armamento y material de defensa destinado a Taiwán, valorados en 2.200 millones de dólares. China rechazó y criticó esta operación, ya que consideran la isla como parte de su territorio.
Tsai Ing Wen, presidenta de Taiwán, hizo el pasado jueves un llamamiento a los países aliados para que Taiwán pueda entrar a formar parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en un viaje que realizó a EEUU, dentro del marco de una gira que está realizando para lograr apoyos a nivel mundial.