A partir del 7 de enero, todos los municipios catalanes quedarán confinados por un periodo de, al menos, diez días. También se imponen nuevas limitaciones al comercio.
Así lo ha anunció ayer Alba Vergés, consellera de Salud de la Generalitat, tras la decisión adoptada por el comité técnico del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat). Por tanto, nuevas medidas para intentar frenar los contagios por Covid-19 en Cataluña.
La consellera ha desgranado en rueda de prensa las medidas. Lo ha hecho junto a Miquel Sàmper, conseller de Interior, y Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública. También la acompañaban Inma Solé, subdirectora general de Coordinación y Gestión de Emergencias, y Miquel Esquius, comisario de los Mossos d’Esquadra.
Además del confinamiento de todos los municipios catalanes, podrán abrir los comercios con una superficie de hasta 400 metros cuadrados. Durante los dos próximos fines de semana, solo estará permitido que abran los negocios de productos esenciales.
El horario de apertura al público de las actividades permitidas en ningún caso podrá superar la franja entre las 6:00 y las 21:00 horas, en general. Asimismo, la restauración y la cultura se mantienen con las actuales restricciones.
Respecto a las restricciones a la movilidad, se limita al perímetro municipal durante toda la semana. Se mantienen las mismas excepciones que para la entrada y la salida de Cataluña. No obstante, se permite la realización de actividades físicas y deportivas individuales entre municipios limítrofes.
Igualmente, se imponen y mantienen restricciones a las reuniones familiares y/o sociales. Se permiten siempre que no se superen las 6 personas, a menos que sean convivientes, y “no supongan la confluencia de más de dos burbujas de convivencia”, reza el texto en la web del departamento de Salud.
En todo caso, se aconseja que se limiten al máximo este tipo de reuniones. En especial, en espacios cerrados y las visitas a personas dependientes o vulnerables.